Joseph Cáceres

Vuelve El Zafiro, de manos de Koqui Acosta

                                             Por Johnny Arrendel

EL ZAFIRO Y KOKI ACOSTA

De entrada me parece que resulta interesante la unión de dos figuras que, aparte de que cultivan el merengue, es poco lo que puede identificarles entre si en términos de música y accionar publico.

Me refiero a la colaboración entre el vocalista Carlos Manuel “El Zafiro” y Koqui Acosta, en su rol de arreglista. 

Me parece que esta unión es inédita, ya que El Zafiro siempre estuvo bajo la dirección musical de Bonny Cepeda, Dari- Daris, y en una que otra ocasión Manolé, indistintamente.

Es posible que por su afiliación al desaparecido sello Discomundo, Juan Valdez o el ya fenecido Kilvio Fernández, también arreglaran alguna vez para Zafiro.

De su lado, Koqui, a diferencia de los otros “maestros pianistas”, no se prodigó en conceder arreglos de su factura para sus colegas. 

En los dorados años 80, algunos críticos censuraron que Bonny Cepeda, Dionis Fernández, Manuel Tejada, Dari- Daris y algunos otros orquestadores, prácticamente se constituyeran en ejes transversales de toda la oferta musical.

Las quejas venían porque alegadamente, el hecho de que unos pocos arreglistas abarcaran casi todo el mercado, generó una saturación, ya que varias bandas reproducían los mismos estilos, figurajes y giros en sus discos.

Bueno, pero Koqui Acosta se concentró casi de manera exclusiva en armonizar la instrumentación de los temas de su propia banda, y posteriormente se escindió de medio local y se radicó en España. 

Mientras, Carlos Manuel sucumbió ante la vida licenciosa,  una amenaza permanente para los artistas de éxito. Tocó fondo, y prácticamente se perdieron las esperanzas de una recuperación.

Sin embargo, he aquí que el hombre siempre encuentra oportunidades y momentos de reflexión. Al parecer El Zafiro ha dado el primer paso para recuperarse: reconocer que es un enfermo. 

Es bueno insistir en esto, los adictos son personas quebrantadas, con una dolencia crónica, y por tanto, su reto, una vez asumen el camino de dejar el vicio, es mantenerse alejados de la sustancia que doblega su salud y voluntad.

Pasa por ejemplo con los alcohólicos, cuyo desafío de cada día es no caer en la tentación del “primer  y único trago”.

En fin, que esta colaboración entre Zafiro y Acosta podría ser favorable para ambos. La forma peculiar de interpretación de Carlos Manuel aún tiene mucha acogida entre el público. 

De su lado, Koqui Acosta, quien ha estado abrevando entre el jazz tropical, y las fusiones entre el merengue orquestal tradicional y las expresiones urbanas, también podría encontrar nuevas sendas que le lleven a reconquistar al bailador.

“El Coronel” es la apuesta de introducción para la nueva producción de El Zafiro, que consta de 10 temas arreglados por Koqui Acosta, y la verdad es que el estribillo resulta contagioso.