Dominicano, consume lo que tu país procue...(si es bueno)
En los años 70 había un eslogan "patriótico" que decía: "Dominicanos, consume lo que tu país produce". Hasta de manera gratuita la emisora Radio Continental de don Pepé Justiniano difundía la propaganda en sus cambios de hora.
En esos tiempos había una política de restricción de las importaciones, para obligar a los consumidores criollos al consumo de los productos fabricados en el país, sin importar su calidad.
Al tener competencia, había productores, fabricantes y empresarios locales que se descuidaban en la calidad de los productos criollos porque de todas maneras la gente tenía que adquirirlos. Aunque había productores serios de fama bien ganada, por ejemplo en la fabricación de calzados, la cerveza Presidente desde cuando era propiedad de boricuas, que siempre ha tenido fama internacional. Las manufactreras de textiles de Zona Franca, que solo era solo para exportación, en lo que siempre he visto una gran paradoja. Aquí se fabrican productos de excelente calidad para exportación, que cumplen con los exigentes estándares norteamericanos. Pero esos mismos fabricantes, cuando el producto es para el país, varían la calidad. Ese prejuicio en contra del consumidor criollo es lo que lleva a mucha gente a preferir el de fuera, y con razón.
Hasta las líneas aérea lo practica. Un ejemplo se verifica en Copa, la línea aérea de Panamá. Usted viaja desde Estados Unidos, Europa o Suramericana, haciendo escala en Panamá en un avión nuevo, de última generación, muy confortable, y cuando hace el tránsito hacia Santo Domingo, lo montan en una aeronave vieja que no le caben más remaches. Claro, ese avión no lo dejan entrar a los Estados Unidos, por eso usan otro, y el viejo lo mandan al país de los "indios".
Pero siguiendo con el proteccionismo a los productos fabricados en el país y los impedimentos a los extranjeros. En muchas partes existen leyes proteccionistas, pero las mismas dan como resultado productos de buena calidad. Aquí muchos productores criollos quieren la protección para "servirse con la cuchara grande". Quieren que les "atajen" todo lo que venga de fuera, para ellos poder comercializar sus adefesios , en aras de un patriotismo que solo se refleje en sus bolsillos.
Y claro está, no era que se prohibía del todo las importaciones, sino que se le ponían trabas, impuestos aduanales, para encarecerlos y hacerlos solo accesibles a un grupito de alto poder adquisitivo, para que los pobres siguieran consumiendo la "piltrafa criolla", de una industria de agiotistas, protegidos por el estado para que se hicieran de dinero, porque "había que consumir lo que el país produce".
Una especie de "la piña está agria, pero hay que comérsela", lo cual siempre ha sido una tergiversación de las palabras de José Martí de que "nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino", que algunos han querido "glorificar" , pero que siempre ha visto como una justificación imperdodable de exaltación a la aucocomplacencia, al derrotismo, a la mediocridad, y una negación a la perseverancia.
Pero no voy a entrar en discusiones ni interpretaciones semánticas en este momento. Sólo digo, que no hay que conformarse con un vino agrio, porque es nuestro, si hay posibilidad de hacerlo dulce. Aparte de que nadie me debe obligar a consumir algo que no esté apto, solo porque es nuestro. No creo en ese nacionalismo ni patriotismo de "pacotilla". Que dicho sea de paso, era impulsado por industriales criollos, algunos de los cuales eran nombrados por Balaguer en posiciones claves del tren gubernamental, y naturalmente, tenían que "halar para su lado".
No faltarán algunos "descerebrados" que verán esto como un ataque a la industria criolla, y no como un repudio a la practica de bajar la calidad del producto o servicio para ganar más, pudiendo hacer las cosas bien, pero esasopiniones no nos importan.
El proteccionismo, en vez de favorecer, bajó la calidad del producto dominicano, creando consumidores cautivos, "obligados", y así veía usted alguna gente, criticando el régimen de Cuba, que se rige por el mismo patrón con su industria.
El viejo esquema proteccionista de la industria nativa "parasitaria"de los primeros doce años de Balaguer se desplomó cuando hubo necesidad de apertura, los acuerdos y firmas de intercambios comerciales y posteriormente los tratados bilaterales, zonales tanto del Caribe como con países europeos. Los de libre comercio, incluyendo el de Estados Unidos, permitieron la entrada de productos importados de buena calidad, que posibilitaron establecer diferencias.
Cuando llegaron las franquicias, las tiendas, las marcas y los productos importados de buena calidad, los de aquí se vieron obligados a superarse para no sucumbir ante la competencia.
O sea, que en vez de hacer mal, hicieron bien, beneficiandose de ello el consumidor criollo.
Hasta las líneas aérea lo practica. Un ejemplo se verifica en Copa, la línea aérea de Panamá. Usted viaja desde Estados Unidos, Europa o Suramericana, haciendo escala en Panamá en un avión nuevo, de última generación, muy confortable, y cuando hace el tránsito hacia Santo Domingo, lo montan en una aeronave vieja que no le caben más remaches. Claro, ese avión no lo dejan entrar a los Estados Unidos, por eso usan otro, y el viejo lo mandan al país de los "indios".
EL CONSUMIDOR CRIOLLO ESTABA "PRESO" Y "EMBARRADO" |
Y claro está, no era que se prohibía del todo las importaciones, sino que se le ponían trabas, impuestos aduanales, para encarecerlos y hacerlos solo accesibles a un grupito de alto poder adquisitivo, para que los pobres siguieran consumiendo la "piltrafa criolla", de una industria de agiotistas, protegidos por el estado para que se hicieran de dinero, porque "había que consumir lo que el país produce".
Una especie de "la piña está agria, pero hay que comérsela", lo cual siempre ha sido una tergiversación de las palabras de José Martí de que "nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino", que algunos han querido "glorificar" , pero que siempre ha visto como una justificación imperdodable de exaltación a la aucocomplacencia, al derrotismo, a la mediocridad, y una negación a la perseverancia.
Pero no voy a entrar en discusiones ni interpretaciones semánticas en este momento. Sólo digo, que no hay que conformarse con un vino agrio, porque es nuestro, si hay posibilidad de hacerlo dulce. Aparte de que nadie me debe obligar a consumir algo que no esté apto, solo porque es nuestro. No creo en ese nacionalismo ni patriotismo de "pacotilla". Que dicho sea de paso, era impulsado por industriales criollos, algunos de los cuales eran nombrados por Balaguer en posiciones claves del tren gubernamental, y naturalmente, tenían que "halar para su lado".
No faltarán algunos "descerebrados" que verán esto como un ataque a la industria criolla, y no como un repudio a la practica de bajar la calidad del producto o servicio para ganar más, pudiendo hacer las cosas bien, pero esasopiniones no nos importan.
El proteccionismo, en vez de favorecer, bajó la calidad del producto dominicano, creando consumidores cautivos, "obligados", y así veía usted alguna gente, criticando el régimen de Cuba, que se rige por el mismo patrón con su industria.
El viejo esquema proteccionista de la industria nativa "parasitaria"de los primeros doce años de Balaguer se desplomó cuando hubo necesidad de apertura, los acuerdos y firmas de intercambios comerciales y posteriormente los tratados bilaterales, zonales tanto del Caribe como con países europeos. Los de libre comercio, incluyendo el de Estados Unidos, permitieron la entrada de productos importados de buena calidad, que posibilitaron establecer diferencias.
Cuando llegaron las franquicias, las tiendas, las marcas y los productos importados de buena calidad, los de aquí se vieron obligados a superarse para no sucumbir ante la competencia.
O sea, que en vez de hacer mal, hicieron bien, beneficiandose de ello el consumidor criollo.
Se puede ver en helados, como Bon, en mueblerias, supermercados, tiendas por departamentos. Llegó Carrefour, Ikea, Pricesmart, pero los de aquí se superaron, como se puede ver en Americana Departamentos, Pola, Multicentros Churchill, Plaza Lama, Corripio, Cuesta con sus Jumbo y Supermercados Nacional.
Los de aquí, sencillamente, tuvieron que "ponerse" las pilas, y ponerse donde el capitán los vea, dejando de lado la política de "la pala" de "to' pa' mi, y na' pa' ti".
Igual sucedió con las telefonicas, que cuando estaba Codetel sola pateaba a los clientes, con su prepotencia, servicio caro y malo.
Usted tenía que esperar meses para que le pusieran un teléfono, si era que por su sector había línea. Los minutos de celular eran a diez pesos, y le cargaban llamadas que usted no hacía y tenía que pagar obligado.
Cuando entró Tricom la cosa comenzó a cambiar. Y ya saben lo que ocurrió cuando llegó Orange, Viva, y todas las demás.
Qué me dicen de Telecable Nacional cuando también estaba practicamente sola, teniendo de Frente la companía de Frank Jorge Elías?. Eran muchos las pelas que nos daba Telecable con "un cable". Con la entrada de Wind, Claro TV y demás, se les acabó el relajo.
Conclusión, la competencia es buena, venga de donde venga. Lo bueno es bueno, y el que quiera comer peje que se acuerde del refrán....
Igual sucedió con las telefonicas, que cuando estaba Codetel sola pateaba a los clientes, con su prepotencia, servicio caro y malo.
Usted tenía que esperar meses para que le pusieran un teléfono, si era que por su sector había línea. Los minutos de celular eran a diez pesos, y le cargaban llamadas que usted no hacía y tenía que pagar obligado.
Cuando entró Tricom la cosa comenzó a cambiar. Y ya saben lo que ocurrió cuando llegó Orange, Viva, y todas las demás.
Qué me dicen de Telecable Nacional cuando también estaba practicamente sola, teniendo de Frente la companía de Frank Jorge Elías?. Eran muchos las pelas que nos daba Telecable con "un cable". Con la entrada de Wind, Claro TV y demás, se les acabó el relajo.
Conclusión, la competencia es buena, venga de donde venga. Lo bueno es bueno, y el que quiera comer peje que se acuerde del refrán....
Con respecto a la época de cuando las importaciones eran restringidas, recuerdo que los cereales en caja de Kellogs y demás marcas venían en un 95% de EEUU y solo el Corn Flakes y Frosted Flakes (zucaritas) venían tanto de EEUU como de Guatemala (finales de los 80´s).
ResponderEliminarLos demás cereales eran CARISIMOS llegando a costar hasta 70 pesos una caja. EN LOS 80´s!!
Para que tengan idea las bolitas de queso de lata costaban 4 pesos y las pringles 5 pesos.
Luego a finales del año ´90 corripio comenzó a traer los productos de P&G a un mejor precio y las pastas dentales, jabones, deterjentes y papel de baño etc., competían con los hechos aqui y obligaban a mejorar.
En 1992 a la llegada de Wendys y Pizza Hut, en el ´93 (domino´s) y ´94 (Burguer King) al país comenzó la decadencia de las pizzerias de franquicia criolla.
No fué hasta finales de los 90´s que Pizzarelli y mas tarde Pala Pizza tuvieron que reinventarse como concepto y modificar la fórmula de preparación de las mismas para ser nueva vez los líderes en pizzas de franquicia.
Eso se dá en muchas cosas, recuerden que ántes entre los 80´s y 90´s salía mas barato comprar un carro en miami y traerlo que comprarlo en un concesionario de los de VERSIONES JAPONESAS pero con medidas adoptadas para regular la importación de un carro, ahora hay que comprarlos en los concesionarios de aqui. A menos que seas político.