Joseph Cáceres

PRIVATIZACION DE LAS PLAYAS DOMINICANAS

Copacabana, la más famosa playa de Brasil, en Rio de Janeiro, ubicada en la zona Sur de la ciudad, en el barrio del mismo nombre, con una extensión de 3,2 kilómetros, a diferencia de las principales playas dominicanas, es de libre acceso al público, tal y como se puede ver, que está bordeada por avenidas  donde un carril es un paseo peatonal, y en otro circulan los vehículos sin restricción.

Mire usted una panorámica de Copacabana, una playa libre, abierta a todo el que la quiera.... Muy bonita, y su fama es mundial,  pero....

Otra playa emblemátia de Río de Janeiro es la de Ipanema, situada a continuación de Copacabana, en el barrio del mismo nombre, uno de los más lujosos, con los inmuebles más caros de América Latina, en la avenida Vieira Souto, donde el metro cuadrado ronda los 25 mil reales, casi equivalente al dólar. Sin embargo, las playas son públicas. Y usted la ve limpia, verdad?. La gente la cuida, independientemente del personal de limpieza.

Nosotros en el país tenemos playas que están consideradas como de las mejores del mundo, las cuales mueven un turismo que nos coloca como líderes en el Caribe. Ojalá Copacabana e Ipanema parecerse a ésta en Punta Cana...

Dicen que cuando Dios hizo el mundo, y creo playas, le puso un cariño especial a las nuestras, para bañarse en ellas....Vean esta hermosura.

 Y es que Dios las pintó con los mejores colores, y las recreó con el más bonito ambiente...

Usando un lenguaje subliminal, hasta se pudiera decir que en este paraíso  fue  que Dios inició  la creación. Que Adán y Eva vivieron aquí, antes de que los expulsaran del paraíso, porque fueron los primeros que lo contaminaron y dañaron. Hasta  hay la creencia por ello de que los tipos eran dominicanos.

Cuando Eva perdió su virginidad, al comer Adán del fruto prohibido, ahí mismo nuestras playas dejaron de ser vírgenes. 

La mayoría de nuestras mejores playas están "privatizadas", lo cual se considera injusto, porque viene Semana Santa y la gente no encuentra donde bañarse, diferente a lo que ocurre con Ipanema y Copacabana en Rio de Janeiro.

La diferencia esta en que la gente, en Copacabana e Ipanema, y en muchos otras playas del mundo, sabe que esos lugares son un patrimonio de ellos, de la nación. Aquí, alegadamente por falta de educación, no hay conciencia de  la higiene y el medio ambiente. Pero, curiosamente el dominicano va a otros países donde se aplican y hacen cumplir las leyes  y entonces se comportan como "los mejores ciudadanos".  

El problema es aquí, donde en las playas públicas encuentra usted pinchos, redecillas, rolos, cascos de muñecas, pampers, huesos de picapollo, botellas de refresco, cerveza, whisky, envolturas de preservativos  para "hacerlo" bajo el agua, una pastilla de la pela, que se le cayó a un"verdugo", un frasco vacío de Breacol, un tubito de vaselina, 500 colillas de cigarrillos, la mitad de un chimichurri y el espinazo de un "pescado" comprado en la caseta de Cachet, un recorte de un periódico con la foto de La Condesa en tangas. No nos engañemos, si las playas turísticas se hacen públicas, con un comportamiento de la gente como el señalado, adios turismo adios. No se trata de discriminar a la gente, pero la carencia de educación hogareña, de buenas costumbres, de modales, de consciencia para la preservación y respeto del medio ambiente son las que determinan una obligada segregación y a una delimitación de los campos. Nadie va a invertir en un hotel cientos de millones de pesos para atraer turistas que viajan hasta 12 horas desde lejanos confines, para compartir una playa contaminada, arrabalizada y agredida por la mala educación de gente, que aun cuando sea suya, no se la merecen.