domingo, 15 de abril de 2012

LA NOTICIA Y SU PESPUNTE


Varios agentes secretos de Estados Unidos que protegen al presidente Barack Obama están siendo investigados por mala conducta en la cumbre de las Américas de Cartagena de Indias, según informó un portavoz del cuerpo.
La agencia no ofreció detalles, pero informes sugieren que las acusaciones están relacionadas con prostitución.
Edwin Donovan, un portavoz del Servicio Secreto, dijo a la BBC que los agentes habían sido sustituidos y que la seguridad de Obama no se vería afectada.
El corresponsal de BBC Mundo en Colombia, Arturo Wallace, informa que todo el mundo sabía que la organización de la visita de la visita de Obama a Cartagena planteaba dificultades, pero la investigación a un grupo de agentes por mala conducta era más díficil de prever.
Por su parte, el diario Washington Post cita a Jon Adler, presidente de la Asociación de Oficiales de Seguridad, quien asegura que las acusaciones contra al menos uno de los agentes tienen relación con prostitutas.
Muchos aquí leerán esa noticia y la verán probablemente como el sonido de tambores lejanos, cuando muy de cerca puede que funcionarios de este gobierno, del pasado y de aún más lejos se han servido siempre con la "cuchara grande" en materia de entretenimiento con mujeres de las que hay que pagarles "la salida".
Los agentes de la seguridad de Obama sucumbieron a las mujeres colombianas, proverbiables por su belleza y encanto,  sean cartageneras, caleñas o de Medellín.
Ello no es más que la expresión de una cultura arraigada en el hombre que viaja, de siempre incluir en la agenda una diversión furtiva con una mujer divertida concesionada por agencias especializadas en servicios de "escorts" de alto nivel.
La República Dominicana es un mercado que desde hace algunos años ocupa un sitial importante en el negocio del sexo a los más altos niveles.
La potencia turística del Caribe,  en la mira de las grandes franquicias internacionales, con una creciente expansión en hotelería,  plazas comerciales, inversiones imobiliarias, en materia industrial, cómo no va a desarrollar una industria para el sexo en capacidad de suplir necesidades de todo tipo, que hoy día trasciende a planos insospechados.
Lo de Nuria Piera y sus denuncias de las operaciones de La Casa de las Modelos en la zona universitaria, o la mansión de las rusas en Arroyo Hondo, es cosa del pasado, que quedan cortas, comparado con el entramado que hay día existe en la prostitución de alto nivel en la capital, Santiago, Puerto Plata, Bávaro y Punta Cana.
La fenecida Vianka la Gorda (suplidora de Figueroa Agosto, de merengueros, peloteros de grandes ligas, empresarios) no era más que una infeliz "atrapa cheles", si se le compara ahora con los "dealers del sexo" que hoy  controlan el gran negocio de ramificaciones internacionales,  que operan en avenidas como La Anacaona, en sectores con El Naco,  hasta con "dispatchers" como las agencias de taxi.

Sería ilusorio y hasta tonto pensar que no exista aquí un supermercado de sexo para la divesión y el  entretenimiento de visitantes extranjeros, políticos, empresarios, militares, operando con la mayor discreción, negocio que anteriormente era regenteado por algunos diseñadores de moda, "fashionistas" y agencias de modelaje encubiertas, pero que ahora ha pasado a manos de franquicias de mujeres de católogos que dominan varias plazas y mercados a la vez.
Y no estamos hablando de  Casa Teresa, Doll House, La Casa de las Modelos, que son los negocios tradicionales que están a la vista de todos.
Si la agenda de servicio de ciertas casas suplidoras de prostitutas colombianas, venezolanas, cubanas terminaran en las manos de ciertos periodistas digitales, es seguro que se caerían muchos altares.
Claro, no faltarían quienes de inmediato alegarían que es parte de una "campaña sucia" propia de la campaña electoral.
Los servicios del DNI, los especialistas en grabar llamadas, los hackers  que auscultan la vida privada de todo el mundo si saben de lo que estamos hablando.
Curas, políticos, empresarios, generales, funcionarios del gobierno, legisladores no sabrían donde meter la cara...

1 comentario:

  1. Ar Dios, y eso que tambien tenemos un número más conocido, con to' y esos lugares que son paliativos para los que si el sexo para ti es muy fuerte, pues tómatelo "laghit". Ese número que hablaba arriba es 791; 7 minutos de placer, 9 mese de espera y 1 más en la familia.

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NIURKA BAEZ,
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