En el
vertedero de frustrados
Los concursos de canto de aficionados han inundado la
televisión de entretenimiento de los fines de semana.
Todos insistiendo en lo mismo: "Descubrir nuevos
talentos de la canción", en una época en que ya ni siquiera los piano
bares tienen vigencia, establecimientos que en el pasado fueron el reducto
obligado de muchos aficionados al canto. Ya lo hemos dicho, descubrir talento
nuevo de la canción, para qué, si hasta en las nuevas expresiones de la música
lo que menos importa es que el intérprete sea cantante, sino que tenga
"swing", "flow", que sepa rapear, y nada más.
Pero, todos insisten en lo mismo, como parte del negocio.
Aunque por lo menos ahora se han inventado algunas
variantes, como esa de descubrir nuevas presentadoras de televisión, nuevas
bailarines, y hasta nuevos cronistas de arte.
Se regala dinero, casas, se promete grabarles y promoverles,
pero nada de eso impide que los ganadores de esos concursos tengan como destino
final integrarse a la amplia legión de frustrados del arte.
Ni siquiera los grandes concursos internacionales del canto
le han servido a los ganadores criollos para catapultarse a los niveles
deseados, debido a que son muchos los factores que entran y juego, muchas las
barreras que se hace necesario vencer para alcanzar la deseada meta.
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NIURKA BAEZ,
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