Joseph Cáceres

Casandra Damirón, ..Dignidad y enseñanza.

Por FELIX BETANCES

Felix Betances

Los méritos personales y que de hecho pasan a ser familiares por naturaleza, no se compran en una farmacia ni en un mercado cualquiera.

Para poder entender esto, nada más hay que imaginarse lo difícil que resulta para cualquier ser humano, el iniciar cualquier actividad o empresa, con las normales dificultades que generalmente se presentan, hasta en el estado de ánimo inicial.

De ahí se desprende que si el arrancar se torna difícil, habrá que valorar entonces, los grandes sacrificios y hasta los sufrimientos que tiene que afrontar el que alcanza el éxito.

Cuando hablamos de Doña Casandra Damirón, estamos mostrando a la luz del sol, a un ser humano pleno y digno de los más altos reconocimientos por las presentes y futuras generaciones.

El pueblo dominicano recibió con beneplácito en el año 1985, el nacimiento de un evento llamado “los premios Casandra”, ya que con el mismo, se enaltecía el orgullo y la gallardía de una mujer barahonera, que dando siempre lo mejor de sí, supo poner bien en alto el nombre de su país, con una fama que no tan solo expresó al ocupar importantes escenarios artísticos, sino al darse con amor y entrega a miles de jóvenes que de ella recibieron sus mejores enseñanzas.

Sin embargo, la finalidad inicial se distorsionó en los últimos años, llegando al borde de la cualquierización, cosa que ha sido objetada por un gran sector del pueblo dominicano y que ha motivado a sus familiares, a plantear el retiro de su nombre en dichas premiaciones.

Vemos con sorpresa la rapidez con la que ACROARTE que es la entidad responsable de montar dicho evento, responde aprobando de emergencia se puede decir, el retiro del nombre original a la referida premiación.

Creo, que debieron darle un poco más de tiempo a sus reflexiones y ponderar en frío, los planteamientos esgrimidos por la familia Damiron, que en todo momento lo que ha tratado es de que se corrijan las aberraciones existentes.

Me permito felicitar a la familia de doña Casandra por tan valerosa decisión, con la cual consigue desligar el nombre de su pariente meritoria, de la chabacanería y de la indelicadeza.

Hay que mantener en alto su nombre, con dignidad y respeto, para el pueblo: como una gran dominicana y para nosotros: como una gran barahonera.

ACROARATE, que ha sido acremente criticada por artistas y personas del pueblo, desde hace años, demostró con esa decisión, que a ellos solo les interesa hacer negocios que les dejen grandes beneficios, sin importarles en lo más mínimo, resaltar los verdaderos valores artísticos ni de ninguna otra índole del pueblo dominicano.

Y ojalá, no traten de tomar el nombre de María Montes, para que no traten de hacer de él, la misma vagabundería. Ojalá.

* El autor es locutor, miembro del Circulo de locutores de Barahona y profesor de la escuela de locutores del CILODOBA.