Saludamos el que se haya ratificado el nombramiento de Niní
Cáffaro al frente del Teatro Nacional.
Al igual que José Antonio, es una figura del arte popular.
Anteriormente esas entidades eran dirigidas por músicos sinfónicos,
intelectuales, y gente que a final de cuentas hacían muy poco por la cultura
del país.
Los artistas que vienen del seno del pueblo conocen más la idiosincracia
y las necesidades de la gente que debería tener más acceso a los proyectos culturales
propiciados por el Estado, pero que siempre son marginados por un elitismo
rancio, que solo concibe que determinados
nucleos sociales de una élite, sean los que tengan derecho a ello.
Ahora bien, Niní en esta nueva etapa debe hacer lo posible
por romper con la vieja práctica de que determinadas personas mantengan
secuestrada la agenda del Teatro Nacional.
Es una verguenza que todavía eso siga sucediendo.
El que va a buscar una fecha, no la encuentra dizque porque la
sala principal está ocupada hasta el año que viene.
Pero si usted "se cantea" con "El Chapulín
Colorado", puede apostar "pato a gallareta" que de inmediato
aparece.
Pregúntenle a Felix Cabrera lo que tuvo que hacer para
lograr presentar allí su concierto con Pablo Milanés.
O los avatares por lo que ha pasado Héctor Acosta para
conseguir ese teatro y montar allí su concierto sinfónico.
El Chapulín Colorado tiene todas las fechas. Vienen gobierno
y se van, y ahí está él como heredero del teatro que construyó Joaquín
Balaguer.
Pero eso nadie lo dice, ¡carajo!.
Y pensar que fue el artifice de aquella penosa campaña sucia en contra del Ilustre Prof. Juan Bosch, Lider de Poder, que se orquesto en el 1990, y en el que lo pusieron a decir, sin haberla dicho, aquella penosa y lapidaria frace: "No, yo no creo en Dios" Y pensar que apenas seis años despues fue nombrado "Asesor Artistico del Poder Ejecutivo ...!EN UN GOBIERNO DEL PARTIDO DE jUAN BOSCH !! A cosas de la politica.
ResponderEliminarDe quien es que estan hablando?
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