Joseph Cáceres

EL VACILON

Fue celebrado El Día del Poeta…Pero pasó sin pena y sin gloria, porque ya las musas no inspiran, ni los niños juegan a "musa, tataramusa, fundillo pelao, siempre ta' arrancao".

Paso sin pena y sin gloria, porque ya los muchachos no juegan a Guataco, repíteme el taco, ni tampoco es posible sobre la acera gris, jugar al trompo embollao, a trúcamelo, a mano caliente, y mucho menos, a "manos alante mi batallón".

A donde habrá ido, dígame usted, poeta, el juego de bididón, bididón, la puerta está rota, bididón bididón. mándela a arreglar, bididó bididón, con qué dinero?, bibidón, bididón, "con cascara de huevo". Que pase la señorita, cuidado con la de atrás, que tiene las orejitas igual que un alcatraz, tra, tra, traquitrás....

Recuerde poeta, que tampoco los muchachos juegan ya "al loco", "al escondido", ni "al topao".

No juegan "taquitos", ni al que apara batea ni tampoco "a lo que coja mi bon"…

El fun fun que se hacía con ulna tapita de refresco y una gangorra hace tiempo que desapareció, poeta.

Y junto a ellos, el vendedor de borracho con una caja blanca y una campanita, al cual siempre se le pedía un pedazo que fuera de esquina, que eran los más grandes.

Ya no hay vendedores de "mani caliente, maní tostado, el que no lo compra es que está arrancado".

Oh, poeta, como se van nuestras tradiciones y costumbres infantiles, barriales y pueblerinas.

Sucumben ante el video juego, la play station y el Nintendo, sin contar los que los muchachos "pequeños pirata" bajan de manra ilegal.

Porque es algo que no se ha dicho. Los principales piratas son los carajitos de la casa, que bajan toda la música habida y por haber, sin pagar un centavo.

Y Alfonso Rodríguez con un bate y una escopeta, persiguiendo a los piratas de la calle, sin percatarse de todo el material que deben haber bajado ilegalmente los hijos suyos.