Es usted esclavo del dinero?
En los últimos días he sido observado con detenimiento los comportamientos financieros de muchas de las personas con quienes comparto diferentes esferas de mi vida: he detectado cómo administran su dinero en el trabajo, en la universidad, al salir un fin de semana, en un día de compras o bien en uno que hace parte de su rutina.
No pretendía encontrar comportamientos idénticos en relación al manejo y a la administración que hacen de su dinero, pero para mi sorpresa encontré un común denominador que resulta preocupante y que atenta contra el equilibrio de las finanzas personales de cada uno de ellos sin importar profesión, nivel social, nivel educativo ni los objetivos proyectados.
A este particular fenómeno lo llamo “La esclavitud del dinero” característico de aquellas personas que trabajan para ganar dinero, pero una vez ganado lo gastan todo e incurren en deuda y deben volver a trabajar para seguir obteniendo más dinero para poder nuevamente gastarlo y de esta manera crean un círculo engañosamente repetitivo. Sin darse cuenta están hipotecando no solamente sus bienes materiales sino tal vez el bien más preciado que tienen: la vida.
Al hipotecar su vida están condenados a trabajar hasta que puedan pagar todas sus deudas - bien pueden ser meses e incluso años- y de esto no pueden escapar. La cruda realidad es que el dinero por el que trabajan largas jornadas no les pertenece, pertenece a los acreedores y, casi que por arte de magia, se han convertido indudablemente en “esclavos financieros”.
Los “esclavos financieros” llevan una vida que gira en torno al dinero y llegan a sufrir afecciones evidentes en su salud como dolores de cabeza, náuseas, nerviosismo, irritabilidad y cansancio mientras que quienes administran cuidadosamente sus ingresos gozan de autoestima, tienen el control de sus vidas, sufren menos presiones y por tanto disfrutan de una placentera tranquilidad.
Veamos las características de un “esclavo del dinero” para que podamos reconocer si es esta nuestra realidad:
x Hace horas extras para pagar las facturas
x Utiliza dinero de sus ahorros para cubrir gastos periódicos
x No para de gastar
x Vive preocupado por las facturas
x No sabe cuánto gana
x No sabe cuánto gasta
x No sabe cuánto debe
x Tiene sentimientos de culpa después de adquirir un producto
x Siempre tiene un pretexto para justificar su situación financiera (ese salario es muy bajo, todo en esta ciudad es absurdamente caro, los bancos son unos ladrones, etc.)
x Nada lo satisface: ni el trabajo, ni el jefe, ni el salario, ni su casa, ni su carro, ni su ropa.
Si después de leer estos diez rasgos sentimos que somos prisioneros de nuestro comportamiento financiero y de las decisiones que hemos tomado con respecto al mismo no tenemos otra alternativa que buscar el camino de regreso a nuestra libertad financiera y para llegar, es oportuno tener en cuenta lo siguiente:
ü No contraer más deudas.
ü Enfocarse en las deudas más grandes y tratar de pagarlas en el menor tiempo posible.
ü Hacer recorte de gastos en el presupuesto, al menos mientras se liquidan todas las deudas.
ü Controlar el uso de las tarjetas de crédito. Si la situación está saliéndose de control es preferible cancelarlas y solamente usar dinero en efectivo para evitar contraer deudas que muy seguramente le serán imposibles de pagar.
ü ¡No seas esclavo de tu vida, naciste para ser soberano de ella! (Laura Margarita Rodríguez/F.Personales)
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NIURKA BAEZ,
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