viernes, 23 de noviembre de 2012



El montaje del Cirque Du Soleil con su espectáculo Saltimbanco en el Palacio de los Deportes constituye un fiel ejemplo  de valoración y respeto hacia el público que desde anoche abarrotó por completo el aforo de esa gran carpa deportiva, adaptada para un show artístico. Se asemeja a una arena de El Madison Square Garden, con la disposición de la gran tarima, las pasarelas, las torres metálicas, sonido y luce, pero sobre todo el servicio de aire acondicionado exquisito y en su punto.
Ello a propósito que la falta de aire acondicionado, los problemas de sonido y la acústica son las principales quejas de la gente que acude a muchos otros espectáculos artísticos, donde los organizadores, meten a la gente como sardina y lata, y terminan alzándose con "el santo y la limosna".
No tienen respeto para el público, que paga su dinero para ir a soportar calor, como si estuvieran en un "baño sauna", y a sufrir de un sonido pésimo, debido a que no colocan paneles acústicos y bocinas adecuadas, para de alguna manera paliar las deficiencias de un local concebido sólo para actividades deportivas y no para espectáculos, como acontece con otras arenas que se han diseñado para las dos cosas, como por ejemplo el Coliseo José Miguel Agrelot de Puerto Rico.
Claro está que todas esas facilidades de las que hablamos  con el circo Du Soleil en el Palacio de los Deportes tienen que ser llevadas, porque el lugar carece de ellas. Pero así debe ser cuando se le guarda el debito respeto al público.
El empresario Saymon Díaz  que trajo al circo refirió que hasta el aire acondicionado que se está usando en el local lo ha traído de fuera, y la diferencia con otros servicios locales es bastante clara.
Saltibanco es un espectáculo maravilloso, cargado de actos de malabarismo, de gran destreza y movilidad impresionante.
Una verdadera gala de uno de los mejores circos modernos del mundo, que ha venido a traer alegría a la familia dominicana, sumida en estos tiempos en un gran  desasosiego e incertidumbre, como consecuencia de las graves amenazas a la economía doméstica, los golpeos de los "paquetazos fiscales" y "hoyos financieros", heredados de una gestión gubernamental en la que malabaristas y encantadores de serpientes palaciegos, entretuvieron y confundieron al pueblo con sus truculencias y engaños, apoyándose en un circo mediático.
Después del circo de Leonel, vale la pena disfrutar del Circo Du Soleil.
Y que conste, no hemos politizado el tema, pues estamos hablando de entretenimiento cirquense. Del Circo de Leonel y del Circo Du Soleil. Sólo que el primero en vez de circo fue un cerco, cuyo único atractivo era un "leon" que terminó arañándonos a todos. Diferenciados también en el hecho de que mientras el primero nos ha hecho llorar desde el Palacio Nacional, el segundo nos hace reir desde el Palacio de los Deportes. 

2 comentarios:

  1. Oye Joseph, en lo que ha escrito aquí, "te la comiste"!!!! ENHORABUENA
    porque nunca como hoy, hombres sin corazón han destruido el erario dominicano. Se han robado hasta la ilución de un pueblo, huérno de autoridad y austeridad; unos malvados
    que hece solo un tiempo atrás, andaban en chacleta y hoy son tremendo "tutumpotes" (palabra del pobre profesor J. Bosch) orondo, extrujandole al pueblo en su cara el fruto de lo malhabido.

    Gracias Joseph, por tú ecuanimidad.
    Nota: No se politiza los hechos que estan a la vista de todos, mucho menos los que inexorablemente repercuten en uno, y, nos compele a solo expresarlos, porque estan intrínsicamente ligado a lo veraz.

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  2. Pero Joseph ya se declaro anti peledeista

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NIURKA BAEZ,
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