Joseph Cáceres

Cada vez que hacemos un enfoque puntual criticando hasta a la misma gente de la crónica de arte, aparece alguien que se da por aludido, aunque el planteamiento se haya hecho de manera genérica.
A veces gente a la que a uno nunca le ha pasado por la mente, porque no tienen un rol de incidencia en el medio, pero que aprovechan cualquier circunstancia para. como se dice ahora, "hacer ruido" y llamar la atención enganchándose de cualquier tema, aunque no le atañe.
Pero ese es el mundo de la farándula. Ello no impide el que continuemos exponiendo las cosas que están mal.
Reiteramos un comentario anterior de gente que  falsea los hechos.
Ese comportamiento le ha hecho mucho daño a la crónica de arte del país, pues la gente no confía en lo que algunos escriben y dicen, porque  lo que dejan de decir, talvez, es lo más importante.
Se olvidan de que hoy día, como anda la tecnología, no se puede estar pretendiendo "tapar el sol con un dedo".
Que no se puede decir que un show ha sido un éxito, cuando ha sucedido lo contrario.
Porque la gente ya tiene la capacidad de desmentir a los "habladores", reportando la asistencia de público y las incidencias de los espectáculos  por medio de fotografías y videos que toman con sus celulares.
Así que ningún cronista crea que le va a meter "gato por liebre" a los lectores, oyentes o televidentes, falseando los hechos por intereses o conveniencia.
Cuando un cronista mercenario dice que hubo un lleno total, las fotos de los celulares de la gente del público que se suben a internet lo descubren todo. 
A los cuentistas y fabuladores del espectáculo hay que decirles que ya "la pava no pone donde ponía". ¡Ni siquiera en Navidad!