miércoles, 26 de diciembre de 2012



Nos han enviado esta fotografía en la que se puede ver la clase de vino que alguien está enfriando para celebrar su cena navideña, con vela y todo.
El vino es una bebida de moda. Pero antes de que se popularizara, en la tradición navideña de los pobres siempre ha existido. Claro, nombres muy particulares, como por ejemplo el Moscatel Caballo Blanco, el Vinazo El Pirata, y otras bebidas que la gente solo consume en Navidad, como el Anis Confite, cuya promoción decía que "sabe a beso de mujer", el Anís del Mono, así como el Ponche Crema de Oro, y otros "menjunjes" que el que lo bebe se mete en problemas al día siguiente.
De ahí es precisamente es que viene el descrédito de las bebidas alcohólicas, porque la gente hace unas mezclas horrendas, después de haber cenado opíparamente, y de haber comido los clásicos dulces navideños,  turrones, el "marshmallow" o gomitas azucaradas, los llamados "rompemuelas", los coquitos, las avellanas y las almendras,  que no sabe uno por qué hay que mezclar tantas cosas diferentes en una cena, que en la mayoría de los casos no combinan,  y que al otro día se traducen en unas tremendas "cirimbas", o un corre corre hacia el baño, dizque porque "el puerco le hizo daño".
¡Oh si!, como siempre  le echan la culpa al cerdo, como si la mezcla que hicieron fuera poco.
Pues volviendo a la foto, en verdad no me burlo de ella, como sugiere la persona que nos la envió. Si los niveles o los gustos de alguien que no tiene cultura de vino le llevan a eso, pues que le aproveche.
Peor sería exponerse al ridículo, como el nuevo rico que compró una obra de arte  de pintura abstracta de un pintor famoso por 200 mil pesos,  y cuando lo colgó en su casa lo puso al revés porque no lo entendía.
O el que fue al Teatro Nacional a un concierto, cuando ya habían cerrado las puertas, y dijo que él había que dejarlo entrar porque tenía "una mesa reservada" y pagada.
O el que en una cena en el Vesubio del malecón, ordenó de entrada una ensalada de alcachofas, y se estaba atragantando las hojas extendidas en el plato, sin reparar en que el corazón es lo que se come. 
O quienes compran un  Rib Eyes Angus en el supermercado, uno de los más jugosos, tiernos y caros cortes de carnes "premiun", y cuando llegan a la casa lo cocinan como si fuera una vulgar carne en cuadritos para guisar.
O el que se compra un Blue Label o un Royal Salute, y se lo bebe con refresco de cola, como si fuera un Cubalibre.
O el que se compra un Mercedes Benz Mclaren, y le pone muchos bombillos que prenden y apagan, como si fuera un árbol de navidad, luces de neón en el piso, bumper adaptados, y hasta una placa de esas que dicen "llegó el papi de nylon", poniendo en exposición al máximo su mal gusto, que se quieren siempre justificar con la expresión de "lo compré con mis cuartos", como es el caso de muchos peloteros de Grandes Ligas, nuevos ricos, sobre todo de los que provienen de un origen muy carenciado , como también los denominados "dominican york" de fortunas dudosas. 
Pero volviendo al vino, no todo el mundo puede comprar un Proto Reserva, y aunque lo pudiera comprar, si no está en capacidad de desgustarlo, y lo que le sienta bien por costumbre es un Vinazo El Pirata o un Moscatel Caballo Blanco, pues como dice el Chico Arias,  "con agua o con leche, y que le aproveche".

2 comentarios:

  1. Jajajaja,t pasaste un mclaren con luces d neon..q mardito goze,y luego q le pongan un letreto ochentoso de lo q decian..."subete aki pa'q goze"..o sino el famoso.."no critique,aki puede ir su hija"...Los Dominicanos somos unikos!!

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  2. ay Joseph, pero eso es una vez al año lo de la cena de Navidad o dos veces para los que tambien hacen la cena el 31, esas mezclas no hay que criticarlas porque son una vez al año.

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NIURKA BAEZ,
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