Los tradicionales barberos de manera paulatina han ido perdiendo espacio, con la llegada de los "esthetic center" y spa para caballeros, y los denominados salones "unisex", que dan servicio tanto a las damas como a los caballeros.
Sin embargo mucha gente se mantiene apegada a la tradición del barbero, algunos de los cuales todavía operan con sus famosos sillones giratorios y se identifican con su letrero cilíndrico en forma de canquiña, te untan Alcoholado Glacial y te pasan una escobilla con talco blanco, después de hacer el "cerquillo".
Una característica esencial de los barberos ha sido siempre su capacidad de "metiche", lo cual es provervial.
Si te quieres enterar de un chisme de la vecindad, aprovecha cuando vayas a la barbería, y deja caer una pregunta sobre un tema, como "el que no quiere la cosa".
El barbero se encargará de decirte, con quien está saliendo funalinita, si perenjecita no es virgen, o si al policía que vive en la esquina le están pegando los cuernos cada vez que de noche se ausenta de la casa porque está en servicio.
Nadie más chismoso que un barbero, lo cual en algún momento ha sido aprovechado por los organismos de seguridad de dictaduras de gobierno, que han tenido a muchos como sus confidentes.
En la época de Trujillo habían barberos calieses, que le ponían conversación a los clientes para enterarse y sacar información sobre desafectos al régimen y de quiénes estaban conspirando.
Pero con el auge de los denominados salones de belleza para damas se ha dado la misma situación.
Si usted quiere enterarse de un chisme grande o chiquito, déjese caer o indague con las muchachas de los salones de belleza, y después hablamos.
Algunas damas de sociedad aprovechan los salones para desahogarse, sin darse cuenta de que lo dicho pronto será "vox populi".
Sucedía con una ex compañera del general que contaba su tragedia y desdichas en el salón donde se arreglaba.
Ocurre lo mismo con la esposa del funcionario encargado de la construcción del tren, de la cual se dice que es muy "lengua suelta", pues lo tiene "por las cuatro esquinas", hablando sin parar de temas libidinosos, con una morbosidad que raya en lo patológico, dejando claro que es una especie de "canaria en jaula de oro".
Ni qué decir de su maquillista, que para perpetuar sus deseos en el tiempo se inyecta hormonas, las que le permiten andar "asaltando cunas" y asumiendo actitudes y comportamientos vergonzosos, no propios de una dama en el Bar de Teresa en Gazcue.
De todo esto, si comenzamos a hablar, no vamos a terminar...
Dejémoslo ahí, mientras tanto...
Cuídense de ciertos barberos y peluqueras....No son fáciles.
Acabo de descubrir un nicho en mercado. Una barberia con barberos sordomudos.
ResponderEliminarY como cree ud que se supo que Mia cojia mujeres ademas de hombres?
ResponderEliminarEn la peluqueria, claro esta.
Ya lo saben,cuidense de algunos barberos, peluqueras y faranduleros estos ultimos son mas 'degraciaitos' y jabladores que las doñas lleva vidas de los barrios.
ResponderEliminarBueno que les pase por estar de bocas sueltas contando sus vidas en salones y barberias. Que aprendan a ser discretos!!
ResponderEliminarElver Dugo