Joseph Cáceres

Aunque aconteció durante la dictadura de Rafael Leoninas Trujillo, la República Dominicana se convirtió en los años 50 en una de las naciones más poderosas de América Latina por su armamento y poderío militar.
La dictadura de Trujillo se "armó hasta los dientes" para defenderse de las invasiones de exiliados y de cualquier gobierno desafecto, en un período de muchas tensiones, con gobernantes de naciones vecinas nada gratos al régimen, como Rómuo Betancourt de Venezuela, Luis Muñoz Marín en Puerto Rico, y José Figueres de Costa Rica, entre otros, que mantenían una actitud de denuncia en contra de la dictadura.
El enclave de mayor poderío del régimen era la Base Presidente Trujillo, renombrada como Base Aerea de San Isidro a la caída de la dictadura, como también también la construcción de una docena de bases en todo el país, la segunda en importancia en Santiago de los Caballeros.
Para el 1955 la Aviación Militar Dominicana contaba con 240 aviones de diferentes tipos, entre ellos 32 cazas P51D Mustang, de fabricación norteamericana, pero que fueron adquiridos a la Real Fuerza Aérea Sueca, debido que Estados Unidos bloqueó la venta de armamentos a República Dominicana, para evitar que la dictadura las usara en contra de países vecinos y contra los patriotas que organizaban invasiones en el exilio. Doce mecánicos sueco vinieron al país para trabajar en el mantenimiento de las aeronaves, que también incluía los denominados "Mosquitos", P-38, AT-6 Texan, los Vampiros Mk.
De esos 240 aviones, 140 pertenecían a la base Presiente Trujillo, muchos de los cuales se guardaban en hangares subterráneos.

Una escuadrilla de los famosos Mustang P51D en la Base Presidente Trujillo (Hoy San Isidro), con su terrorífica cara pintada con ojos y dientes de tiburón.  Contaba en las alas con seis ametralladoras  de 12,7 Mm. con 400 proyectiles por arma interna y  270 por arma externa y bombas de 907 kg. Velocidad de 704 Km, y un alcance de 3,347. Esos aviones de combate,  paradójicamente fueron usados  tras la caída de la dictadura en contra de los mismos dominicanos, como sucedió en la guerra de Abril de 1965 con el bombardeo al Puente Duarte. Posteriormente contra el grupo guerrillero de Francisco Alberto Caamaño. En el 1984 los P-51 que aún quedaban fueron vendidos como piezas de museo y para la filmación de películas.

A-37

Después de contar con una fuerza aérea respetable en todo el continente, el país pasó a ser uno de los menos equipados en armamento aéreo. En tiempos de paz no se necesitan armas, decían los teóricos. Una gran frustración para los pilotos dominicanos que se formaban en las grandes academias de Estados Unidos, para venir al país a volar avionetas y avioncitos mediocres de vigilancia, que era lo que tenía la Fuerza Aérea, hasta la adquisición de los A-37 a reacción, con capacidad de cargar 20 mil libras de explosivos incluyendo  misiles, que duraron menos que una cucaracha en un gallinero, pues los dejaron dañar, y los motores de algunos, vendidos a la aviación colombiana.

El Super Tucano

En la actualidad la Fuera Aérea Dominicana cuenta con los famosos Super Tucanos con características muy innovadoras,  para la operación escenarios complejos, sus valores agregados como la capacidad para vuelo nocturno, armas inteligentes, tecnología de enlace de datos, y su fuselaje reforzado para operaciones en pistas no preparadas, su motor turbohélice Pratt & Whitney PT6A-68/3 de 1,600 SHP de control digital, de fabricación canadiense, sistemas de control ambiental, sistema generación de oxígeno, asientos eyectables de primera calidad, además de un avanzado y efectivo sistema de navegación y mira de alta precisión, especiales para misiones en condiciones más extremas. Misiles aire-aire, bombas convencionales, bombas inteligentes guiadas por láser o por Global Positioning System (GPS), ametralladoras calibre .50mm integradas una en cada ala, además de lanzacohetes con capacidad para disparar 24 cohetes. Todas estas virtudes han llamdo la atención a grandes potencias del mundo en Europa y los Estados Unidos de Norteamérica, poniéndolos a pensar, en la integración de este avión para la ejecución de nuevas misiones, en los nuevos escenarios de guerra. Estados Unidos hizo la compra de una flota de doscientas unidades de estos aparatos de combate ligero, para la US Navy. Aquí en el país hay una docena en servicio. Hasta cuando?. Quién sabe...