Joseph Cáceres

Alfonso Rodríguez es uno de los directores con más experiencia del mercado, que manipuló el celuloide primero en la televisión y luego hizo la transición hacia el cine. Ha dirigido películas con éxito comercial, como Un macho de mujer (2006) y más recientemente Feo de día... lindo de noche (2012), y estruendosos fracasos como Al fin y al cabo (2008) o Pimp Bullies (2011).

Hombre polémico, de armas a tomar cuando se trata de combatir por sus propios medios a la piratería o denostar a los críticos “que no pagan para luego acabar” con sus producciones. Con sus altas y bajas, el viejo Fon, como le llaman sus amigos más cercanos, siempre es un personaje interesante, más cuando está en la palestra con uno de sus estrenos, como lo es la comedia Mi angelito favorito, la que considera su mejor película.

¿En qué momento ubicas el renacer del cine dominicano?

El negocio ha tenido varias etapas: cuando Agliberto Meléndez estrena Un pasaje de ida (1989), luego vino el boom del Nueva Yol: Por fin llegó Balbuena de Ángel Muñiz, en el 1995, pero estos fueron casos aislados por las naturalezas propias que predominaban en el sector de la época. Podríamos decir que ese renacer al que haces referencia hay que registrarlo en el 2003, con el estreno de Perico ripiao, también de Ángel, que desde entonces surgieron productores, directores e inversionistas que dieron un gran empuje a la industria nacional.

¿Crees que la Ley de Cine también ha incidido en que muchos jóvenes decidieran estudiar para insertarse en el mercado?
Por supuesto, cuando a Leonel Fernández se le ocurre el proyecto de esta ley, una gran cantidad de jóvenes se fue a estudiar a Cuba, por ejemplo, a capacitarse en los renglones técnicos. Mis dos hijas se fueron a Argentina a estudiar cine. Ahora tenemos continuistas, casting, sonidistas, fotógrafos y hasta directores. En el 2009 casi no se estrenaron películas dominicanas, pero en el 2010 logramos filmar una buena cantidad y ya estábamos recibiendo a esos nuevos talentos, capacitados, que estudiaron afuera. Este año hay 14 películas.

¿No temen ustedes una saturación con los estrenos que se están pautando con semanas de diferencia?
Te hablaré del caso de Colombia, que hace entre 15 y 16 películas al año y quizás una tiene éxito. ¿Esto por qué? Porque en ese país el cine es subvencionado. Quienes hacen cine, ven un retorno garantizado de sus honorarios. Un productor o director lo que le interesa es hacer una película, y así cobrar su dinero. ¿Qué hicimos nosotros? Mirarnos en el ejemplo de Hollywood, que tiene una industria sustentada en las comedias, y hacemos cine comercial. ¿Películas de acción? Eso es muy caro. ¿Efectos especiales? Eso es muy caro. ¿Cine de acción? Eso es carísimo. ¿El drama? Eso no vende.

¿Dónde radica el éxito de las películas dominicanas?
Ese crédito hay que atribuírselo a la comedia, que aglutina a la familia que apuesta a un entretenimiento sano, en el que todos pueden participar. El sustento de nuestro cine está en la comedia. Muy bien que se hagan dramas, historias de acción y demás, pero ahora mismo estamos atrayendo a las salas a gente que nunca había ido a un cine.

 Hay una percepción de que en casi todas las películas se repiten los elencos. ¿Crees que es así?
No es la misma gente, son las mismas estrellas.

Sí, que trabajan los mismos talentos en todas las películas.
Igualito que en Hollywood. ¿Cuántas películas filma al año Tom Cruise, Angelina Jolie, Brad Pitt? Este negocio vive de caras, de figuras. Y eso es lo que le gusta al público. Si la gente se saturara, no fueran a ver 700 mil personas a Raymond Pozo y Miguel Céspedes. Y ya verás cuando se estrene Sanky Panky. Son tres gatos que dicen “están saturando”. A esos, que no vayan al cine.

Entre los directores, eres uno de los más activos y ahora se estrena Mi angelito favorito, tras el éxito de Feo de día... ¿Cómo evalúas tu filmografía?
Mi angelito favorito es mi mejor película. He tenido grandes éxitos, en esa misma magnitud mis fracasos comerciales. Pero creo que con esta comedia puedo decir que tengo el trabajo más acabao de mi carrera. El público recibirá una producción que marca un antes y un después en términos técnicos.

¿Estos avances en la realización tienen que ver con las posibilidades del cine digital?
Así es. Esta es mi segunda película filmada con tecnología digital. Por eso el público verá una implementación de efectos especiales, trabajados por Jonathan Meléndez, que están muy bien logrados.

¿Aspiras al mismo éxito que tuvo Feo de día...?
Aspiramos a llegar cerca de esa gran aceptación que tuvimos con la película anterior, en la que teníamos al Eddy Murphy dominicano, que es Boca de Piano (Fausto Mata).

Temas diversos
La comedia es el género que garantiza el éxito, pero es válido que otros cineastas hagan películas con temas históricos”.

Apuesta a talentos
Tenemos un gran elenco, de figuras populares y talentosas que redondean la historia. Una película divertida, para que la gente se ría”.

Aspiraciones
Hay que seguir dándole oportunidad a nuevas figuras, el cine no puede sustentarse solo en Raymond Pozo y Miguel Céspedes”. (El Caribe.Máximo Jiménez)