FUERA DE AQUI!...PARTIDA DE LAMBONES!!

JARABE PARA LA MEMORIA

Como es costumbre en nuestra página, con frecuencia relatamos anécdotas y vivencias del pasado que resumen 40 años en la crónica de arte en El Nacional desde el 1973,  y 47 trabajando en la radio y la televisión, desde "El Club del Clan" de Radio Radio, con Anneris Caba, y "Hola Nueva Hola" en Radiotelevisión Dominicana, con Mac Cordero y José Joaquín Pérez, en el año 1966.

Lo que eso representa es imponderable, sobre todo porque llevamos un recuento día a día de todo lo que pasa en el medio artístico, con videos, fotografías, que nos han permitido hasta montar programas de reminiscencias, como "El Baúl de los Recuerdos", de Merengala, con material fílmico y fotografías que nadie tiene.

Aquí no inventamos, ni contamos "de oído", porque disponemos de un material documentado y verificado.

Todo esto a propósito de que mucha gente se ha reído de que una anécdota que contamos del maestro Rafael Solano en el año 2008, y que repetimos en el 2009, pretenda alguien recrearla esta semana envuelta en un velo de misterio y una parafernalia que cualquiera creería que se trata de "el secreto mejor guardado".

Y para que vean que hace 5 años contamos aquí la anécdota, sin misterios, con nombre y apellido, aquí les va la reproducción con fecha y todo.

domingo, 4 de enero de 2009

FUERA DE AQUI!...PARTIDA DE LAMBONES!!

En los años setenta empezó el auge del estilo de animación musical denominado ''disc-jockeys'', caracterizado por la agilidad, los modismos y las expresiones urbanas, consideradas por los locutores tradicionales como irrespetuosas e irreverentes.
Pero, era el estilo de radio que demandaba el oyente de ese tiempo.
Junto con la modalidad de los ''disc-jockeys'' surgió también un mal: la payola.
En esa época se encontraba en pleno apogeo Rafael Solano con su orquesta, inundando la radio con sus merengues, carabiné y mangulina.
Venía del exito de Por Amor, y el impulso y los créditos que le dió esa canción lo llevaron a erigirse en una figura importante de la música y la televisión, con su programa Letra y Música.
Tan fuerte era Solano, que logró rescatar géneros olvidados como el carabiné y la mangulina, como es el caso de "Manolao", que interpretaba Vinicio Franco. Luego logró el éxito Dominicanita, en el denominado ritmo bolemengue.
En esa época ya se hablaba de El Grupo Solano, con los cantantes solistas que actuaban bajo su influencia y directrices, como es el caso de Luchy Vicioso, Niní Cáffaro, Francis Santana, entre otros.
Se decía que quien no estuviera en el Grupo Solano tenía dificultades para conseguir buenos contratos y los auspicios de Bermudez, Tabacalera y otras empresas patrocinadoras.
Pero un Solano con tanta fuerza, se hizo blanco favorito de la incipiente payola.
En la radio los locutores dejaron de sonar sus discos, porque el músico tenía fama de duro, de tacaño.
Y en verdad el maestro no socializaba con nadie ni le brindaba las atenciones que siempre tenía Johnny Ventura con la gente de la radio.
Se estableció una especie de pulso entre Solano y locutores.
Solano, que tenía una orquesta importante en la época estaba escindido de la radio, un medio imporante para mantner vigencia.
Alguien le aconsejó que suavizara su actitud, que llevaba las de perder en la confrontación con la gente de la radio.
Que para limar asperezas debía organizar una cena en su casa e invitar a todos los locutores musicales.
El maestro Solano acogió la sugerencia, dispuesto a arreglarse con los locutores para que estos volvieran a tocar sus discos en la radio.
El día del encuentro la casa se llenó de locutores musicales que disfrutaron de una exquisita cena, y se bebieron una caja de ron con refresco de cola, en medio de un ambiente frugal, alegre, de camaradería y mucha chercha.
Estaban felices, disfrutando del estupendo ambiente que había creado el maestro Solano en su hogar.
De repente, Solano interrumpió la chercha y parado en medio de la sala pronunció estas palabras lapidarias.
-!Señores, ya comieron y bebieron?...Están satisfechos?. Pues se me van todos!...se van todos de mi casa! Partida de lambones, que para eso es que ustedes sirven!.
La salida inesperada dejó a todos los presentes perplejos, sorprendidos, anonadados, pero rapidamente comenzaron a salir de la casa avergonzados, otros con rostro de rabia, mientras Solano los miraba marcharse con una sonrisita burlona.
De más está decir que Solano quedó totalmente desterrado de la radio, y los locutores que estuvieron en esa famosa cena, todavía recuerdan con rencor lo que consideraron una afrenta y una gran ofensa.
Otros, los más sinverguenzas, cuentan la ocurrencia a manera de chiste.

FOTO:
Rafael Solano

martes, 19 de febrero de 2008

La Venganza del Espadachín Manco

En la historia del arte popular dominicano hay hechos y ocurrencias que es importante reseñar y recordar para que consten a las nuevas generaciones.
Uno de ellos tiene que ver con el maestro Rafael Solano en los tiempos en que se encontraba en los primeros planos de popularidad con sus bolemengues, mangulinas y otros ritmos vernáculos que popularizó con su orquesta.
Eran los tiempos de “Manolao”, “Dominicanita” , “Pensandolo Bien” y otros éxitos que le siguieron a “Por Amor”.
En los años setenta, el fenómeno de la payola estaba en pleno auge, como recurso de promoción y de extorsión, lo cual mantenía muy disgustado al maestro Solano, un artista con fama de “tacaño” que no entraba en eso de tener que pagar dinero a los locutores para que sonaran sus discos en la radio.
Alguien le aconsejó que hiciera “relaciones pública” y que una adecuada manera de acercamiento hacia los locutores sería invitarlos a una actividad social en su casa.
Con más desagrado que agrado, Solano aceptó la sugerencia y organizó una cena en su casa, a la cual invitó a importantes directores y programadores de estaciones de radio, así como a los mas populares locutores de la época.
Predominaba la radio de A.M. pues todavía la F.M. no se había desarrollado.
El grupo de invitados disfrutó de las atenciones del conocido músico que incluía, además de unos tragos, una rica cena.
El ambiente era de camaradería, de mucha gente hablando en chercha.
Justamente luego de que habían terminado el postre, sucedió un hecho insólito.
Solano se puso de pies frente al grupo de invitados y dijo en voz alta.
-Bueno, ya bebieron, ya comieron, ya se hartaron?. Ustedes ven que son unos lambones. Ahora se me van de mi casa!.Fuera!, fuera!, fuera!- y botó a todo el mundo de su casa.
Fue una especie de “venganza del espadachín manco” lo cual quedó registrado como uno de los actos más bochornosos y humillantes que se han hecho en contra de los locutores.
De más está decir que Solano nunca más volvió a sonar en la radio.
Tanto así que hoy en día hay programas de merengues clásicos de los setenta y ochenta, donde nunca usted escucha un tema de Solano.