LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

SANTO DOMINGO. La directora del Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor), Altagracia Paulino, informó este miércoles que esa entidad está en la disposición de aplicar sanciones a los establecimientos de expendio de comida que no cumplan con las normas de salud.

"La idea de nosotros es promover las buenas prácticas, pero no sacar del mercado a establecimientos, ahora el que no cumple tiene que ir pa fuera y esos establecimientos que ustedes analizaron si nos suministran los nombres pueden ustedes estar seguros que los vamos a cerrar", manifestó Paulino vía telefónica a DiarioLibre.com.

La funcionaria se expresó en esos términos al referirse a la investigación realizada por la periodista Kirsis Díaz para este diario, la cual destaca la insalubridad que existe en la comida que se expende en los comedores chinos del país, en la que luego de realizarle un estudio de laboratorio a alimentos comprados en varios de estos establecimientos dio como resultado que contenían bacterias que atentan contra la salud de los ciudadanos y que los baños estaban más limpios que la propia comida.

"Si nos dicen a nosotros en cuáles sitios hicieron el estudio nosotros vamos a actuar porque nosotros hemos cerrado, nosotros hemos puesto en cuarentena, pero tenemos que tener las evidencias", precisó.

Calificó de preocupante que los resultados de laboratorios hayan establecidos que los sanitarios de los comedores administrados por chinos estén más limpios que la comida que venden.

"Nos mueve a preocupación, pero esto de cerrar los establecimientos y de tomar una serie de medidas corresponde también a Salud Pública", enfatizó.

Tras recibir la información de que Diariolibre.com está en la disposición de suministrarle los nombres de los establecimientos analizados, dijo que luego de obtenerlos realizarían un nuevo estudio para luego proceder.

"Haremos un nuevo con la base de ustedes, o sea, tomando como base lo que ustedes hicieron, y entonces procederíamos a lo que establece la ley, sobre todo la Ley de Salud", indicó.

Educarse con la compra de comida en la calle

"Hay normas elementales de higiene que deben ser asumidas en la venta de comida, callejera y en los restaurantes que es primero el pelo recogido y tapado, una mascarilla en la boca por si tosen o estornudan, tener guantes, entonces, esas normas tiene que la población entender que si no se vende así, están en riesgo, es decir, tenemos que educar a la población para que sea ella la que se cuide", subrayó. (Diario Libre)

Uno tiene que alegrarse de que exista preocupación por los establecimientos de comida, debido a la insalubridad y a la falta de control que existe sobre los mismos.
Tal parece que el problema se quiere focalizar en los chinos, que han expandido por todo el país los denominados "Expresos", o "picapollos de los chinos", que dan mucho y barato.

Imagínense, por el precio que una franquicia internacional da dos piezas de pollos con papas, los chinos dan cinco, y "un viaje" de papas fritas.
En lo personal no consumimos ese tipo de comida chatarra, aunque venga con nombre de fuera, pero hay un conglomerado del pueblo que busca "rendimiento" en la compra de la comida.

Los chinos han hecho quebrar a grandes negocios de venta de "picapollo", pues como se dice popularmente, les han dado "en la madre", con la cantidad y los precios.
Y claro está, sobre la higiene de los restaurantes chinos se han tejido hasta leyenda, desde aquella que da cuenta de que los "chop suey" se hacen de sobras de comidas que los comensales dejan.
Como también aquello de que nadie ve los entierros de chinos, porque "filetean" los muertos.
Y ellos siempre tan encerrados en su mundo, que ni se defienden.
No faltara quien diga que se trata de una campaña para desacreditar los picapollos de los chinos que son un tremendo negocio, que como decimos ha afectado a las grandes cadenas.

Por lo demás, si a corregir problemas de higiene vamos, habría también que aplicar medidas a los vendedores callejeros  de chimichurri, hamburguers, los que venden jugo y frío con agua de cuneta, los que ponen una caseta de comida en un solar frente a una construcción, que hacen sus necesidades en el mismo solar, y con esas mismas manos, sin lavar, manipulan los alimentos y cobran dinero.
Se tiene que poner en regla no solo a los chinos, sino a la cantidad de vendedores dominicanos y haitianos que están en las calles.
Desde los que venden "palito de coco", hasta aquellos que expenden funditas de semilla de cajuil, que antes de llenarlas, las soplan para hacer el vacío, llenando el envase de bacterias.

Esas frituras que fríen las carnes  en aceites reciclados que tienen semanas de uso y reuso, que adopta un color negro, y que está cargado de elementos cancerígenes, sin que las autoridades impidan que se siga "envenenando" a la gente.
Ya denunciamos que el aceite para botar, después de usado en un Pollo Victorina, lo compran unos fritureros para seguir cocinando con él.
Una barbaridad que atenta contra la salud del dominicano. Sobre todo de aquellos que comen chucherías en la calle, y que mantienen la filosofía de que "lo que no mata, engorda."
Muy bien que se investigue a los restaurantes de los chinos...Pero, por favor, no discriminen, que el desórden está en todas partes.
Hay países donde no es permitido guardar comida de un día para otro. Hasta tienen su límite de caducidad.
Aquí eso es "misión imposible".
Hasta  en restaurantes de lujo le dan a usted comida pre-hecha que tienen en nevera.
Usted muy contento de que el plato "le salió rápido".
¿Y así cómo no?