martes, 19 de noviembre de 2013

4 comentarios:

  1. Todavia yo conservo una de las maquinas en esa foto. Me la traje de la oficina cuando Belisario Peguro y yo nos pensionamos, el cojio otra.

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  2. La Vieja Fefa y yo, dibamos a pie a Santiago Rodriguez dei campo, ha manipulai una Oliveste y yo salia como si fuera un mescanico de mastadero. Eso era en los años 1925.

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  3. Eso me hace recordar cuando estudié Secretariado Ejecutivo en el legendario Instituto Articiencia de la calle El Conde. Para graduarme, como todos las alumnas y como norma de la institución, debí pasar la prueba 50 palabras por minutos, en una máquina mecánica. Pero las 50 palabras eran valoradas en exactitud y rápidez. No era cuestión de escribir palabras mal escritas, por rápido que fuera. Los errores debían ser mínimos. Igual en taquigrafía se exigía un mínimo de palabras. Recuerdo las marcas de aquellas viejas máquina del salón de mecanografía: Olivetti, Olympia, Remington, Smith Corona, Underwood...ay como cambian los tiempos. De momento nos quedaremos con el cerebro atrofiado, con la calculadora, la computadora, y toda suerte de artilugios que piensan por nosotros.

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  4. El anonimo 11:29 seguro que hombres como Albert Einstein, Stephen Hawking eran unos chivijos jarto e jobo comparandolo con el.

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NIURKA BAEZ,
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