Joseph Cáceres

Padre, he ahí a tu hija…

Algunos dicen que publico las divertidas anécdotas de las cosas que les suceden a otros y que no cuento las mías.
Pues miren que no es verdad,  pues en muchas ocasiones he relatado situaciones que me han pasado, y  como dicen, "me he metido yo mismo al medio".

Ya que insisten, les contaré algunas más...

Sucede que en una ocasión conocí a una muchacha en una actividad social que de manera muy espontánea me dijo que deseaba ser mi amiga.
Imagínense, una muchacha atractiva... y si no lo hubiera sido, no había razón parea negarle la amistad.
Socializamos...y salimos a varias discotecas y cafés, como Trío, Montecristo, Camelot, Jet Set y otros lugares...

Pero resultó ser que la muchacha era un hija de Rafa Rosario. Imaginense la situación, uno saliendo ¡con la hija de un amigo!.

Sentí un poco de aprehensión, por ese prurito que uno lleva dentro en lo que a respeto se refiere.

Me daba apuro que Rafa me viera saliendo con su hija, por lo cual no tuve más remedio que comunicarle a la chíca, que no podíamos exhibirnos  mucho en lugares públicos.

Ella me dijo que no había problema, que su papa la consentía, y que además él sabía que íbamos de bonche juntos. Que por el contrario se sentía contento de que ella anduviera conmigo, porque estaba en buenas manos,  con una persona seria.

Eso me calmó un poco, y seguimos la rumba, de fiesta en fiesta, ella como mi acompañante para todas partes.

En una ocasión estando con ella en el Bar Passarela, de Martín Polanco en la 27 de Febrero, me dijo: "Papi me va a venir a buscar, así no tendrás que ir a llevarme a casa". Ella no vivía con él, pero la fue a buscar, pensé que como padre al fin a veces hay que dejar sentir su presencia.

Lo mismo hizo en una ocasión en que estábamos en Jet Set.
Pensaba, bueno, ¿qué podemos hacer?. Padre es padre, y alguna razón tendrá para procurar que vaya temprano a su casa.

Rafa pasó a buscarla, y nosotros para no quedar solos, decidimos marcharnos a nuestro hogar.

Tomamos la George Washington, buscando la ruta a la autopista 30 de Mayo rumbo a nuestra casa...

¡Oh!. Y cuando pasamos por el frente del Reina Dominicana ahí estaba Rafa con su hija entrando en su carro directo a una cabaña...

¡Coooomo!. ¡Padre e hija en un motel!...

No ombe no...no eran ningún padre e hija. 
La carajita había cogido al Zorro de pendejo.
Y el "papá" era peor.

Un fracaso que Zorro nunca se ha perdonado...