Joseph Cáceres

Desde antes de la premiación El Soberano había gente diciendo que no sentía la efervescencia de otros tiempos.
Lo que nadie analiza es el por qué...
Sencillo...Las controversias que se originaron  no eran a muerte, ni para cortarse las venas...

¿Y eso es bueno o es malo?. Pues diría que las dos cosas.
Por un lado es bueno, porque indica que hay mucha conformidad con lo que se ha hecho, que debe ser el ideal de todos los que participan en el mismo, pero por otro lado es malo, ya que los pleitos, las "haladera de greñas", los harakiris, las mai de play, las marchacaravanas de Marcel, las amenazas de salir a la calle corriendo desnudo del Pachá en protesta porque  porque no  lo nominaban, es indiscutible que le dan un sazón único al guiso.
Son el cubito de pollo o "sopita" que la gente le echa a la comida que cocina para darle sabor, sin pensar en el colesterol, ni en que están hechos  de desperdicios de las aves...

En una palabra, el circo...No es casual que hasta a nivel de estado se maneje el pan y circo.

Para nadie es un secreto que la controversia genera  y llama la atención.
Que la polarización de opiniones o de fuerzas provoca mayor interés
Que cuando unas elecciones son muy discutidas y reñidas, la votación es siempre alta.
Hasta en el teatro, (y eso lo saben los actores y dramaturgos que han estudiado y conocen a fondo el asunto), para que haya desarrollo dramático y acción en la trama, son imprescindibles los conflictos.
No hay acción si no hay conflictos.
 
Pero no en la acepción coloquial de la gente, para la cual los conflictos son pleitos, batallas.
En la vida entramos en conflicto diariamente desde que nos levantamos y emprendemos cualquier acción por la supervivencia. 
El ponernos un abrigo para el frío, es una manera de entrar en conflicito con el ambiente, pues estamos luchando por nuestra salud y bienestar.

Al caminar para llegar a la escuela o al lugar de trabajo venciendo distancias y obstáculos, estamos en conflicto
Al transformar la realidad para adecuarla a nuestros requerimientos para poder vivir.
Todo ello conlleva y mueve a la acción, que es la que produce el movimiento. Por ello es que no hay acción sin conflictos, ya sea en la vida, o en el teatro que algunos todavía consideran como un reflejo de la vida, cuando es una realidad en si mismo.
 
Pero nuestra intención no es entrar en consideraciones semánticas ni en conceptualizaciones académicas de las escuelas de teatro y de sicología donde tanto discutíamos con el profesor y escritor Leon David.
Lo que sencillamente deseamos puntualizar es que todo lo que ocurre en torno al premio tiene una motivación y razón de ser, que muchos no llegan a entender, porque se quedan en lo superficial.

Se habla por ejemplo que los niveles de audiencia del Soberano comparativamente fueron menores esta vez que los del pasado año.
Algunos lo proclaman y lo "sazonan" sencillamente con una intención de propaganda creyendo que talvez con ello desmeritan el trabajo que se hizo esta vez.
Son los "motivos del lobo" queriendose engullir a la Caperucita Roja como en el cuento aquel, sin pensar en el garrote del leñador...
Nosotros preferimos analizar las variables, los contenidos , los factores  que de alguna manera pudieron haber provocado el alegado nivel de audiencia inferior.

Las cosas hay que verlas más allá de la "curvita de la Paraguay" si se quiere llegar a la meta.
No es complicado llegar a conclusiones....
¿Quién estaba en el escenario como internacional el año pasado?. De seguro que recordarán al "cazafantasma  fantasmoso" de Don Omar (Lo digo a riesgo de que nos lea y nos insulte, como le hizo a José Antonio Aybar por Twitter hace más de un año).

No se puede negar que  Don Omar es una pieza de mayor atractivo que  Carlos Vives, que en los últimos tiempos  como se sabe no le ha hecho honor a su apellido.
Carlos ya había venido en una ocasión al país junto con Sofía Vergara y Victor Manuellle a recibir un Casandra Internacional estando Zorro al frente de Acroarte.

Y aunque no actuó, entonces sí que estaba en su punto con La Gota Fría, Matilde Lina, La Piragua.
Recuerden su desenfado con shorts y chancletas en pleno teatro.
No es el mismo Carlos Vives de doce años atrás.
Puede uno estar o no de acuerdo, pero lo urbano es hoy determinante en cualquier escenario, y Don Omar lo representaba como atractivo el año pasado, si a comparaciones vamos.

No en vano las tarimas, los eventos, se han llenado de exponentes urbanos, tanto nativos y extranjeros, como también los anuncios comerciales  para campañas cerveceras, de ron, telefónicas y de cualquier tipo. Todas han sido reservadas para figuras del género.
No creemos que con esto estamos como se dice "descubriendo el agua tibia en nevera". Sencillamente analizamos factores y variantes, porque no somos de los que nos contentamos  con "chuparnos el dedo gordo del pie derecho",  a falta de bobo, como recurso de entretenimiento.