Joseph Cáceres

La avalancha de gente que se ha volcado hacia el cine es asombrosa.
Algunos han soltado la televisión en banda, sin haber nunca hecho un programa que sirva.
La moda es el cine.... es donde han descubierto que está el dinero.

Se improvisan productores, directores y actores, hábida cuenta de que se están haciendo filmaciones con megadivas, presentadoras de programas y gente que ni siquiera tienen un buen desempeño en la televisión, y ya las ve usted figureando en plan actrices y actores.
Se está abusando de los incentivos de la Ley de Cine con la realización de películas al vapor, sin ningún rigor ni criterio.
No les basta con los incentivos de la Ley  ni los inversionistas que están consiguiendo. Han convertido el cine que hacen en una especie de mercado persa, colocando en los créditos una pila de patrocinadores que también aparecen a todo lo largo de la proyeccion de la cinta.
Esto sin contar que algunas películas no son más que anuncios, como es el caso de Lotomán, que se hace para promover la Loto.
Es decir, que aparte de algunas insufribles tramas mal libreteadas, mal dirigidas y mal actuadas, el público tiene que chuparse una tanda de anuncios nunca antes vistas en una película.
Los anuncios siempre han existido, pero se colocan de manera casual, no a la franca, como sucede en algunas películas criollas.
Es una verdadera lástima que la naciente industria del cine criollo arrastre tanto lastre, vicios, contaminaciones y problemas.