Joseph Cáceres

El staff de camarógrafos pertenecientes al Departamento Fílmico de La Voz Dominicana en la segunda mitad del decenio de los años cincuenta. 

Operaban con cámaras fílmicas de 16 milímetros, con cintas de celuloide que necesitan de revelado en laboratorio. 

Ellos fueron los responsables de recoger todos los acontecimientos políticos, sociales, económicos en la última etapa de la dictadura de Trujillo, de la mejor manera testimonial: Con imágenes.

La Voz Dominicana, a la caída de la dictadura, tenía el mejor archivo fílmico histórico de la nación.

Cuando los remanentes de la dictadura se marcharon del país se produjo una oleada de destrucción de todos los símbolos de la Era de Trujillo, y en una acción descabellada por parte de quienes estaban al frente de La Voz Dominicana, muchas de las cintas que recogían las actividades del sátrapa, fueron echadas a la basura en el patio  de la televisora.

Según relata René Fortunato, muchas de esas cintas fueron recogidas y guardadas por personas que conocían de su valor histórico, en tanto que otras fueron sacadas de los archivos de la televisora estatal y guardadas en un recinto privado.

Posteriormente fueron vendidas a la familia Trujillo en Miami y otras pasaron a manos de coleccionistas.

Otra parte fue a parar al Archivo General de la Nación.

Resultado, la Corporación Estatal de Radio y Televisión, no tiene en sus archivos ni una imagen valorable de aquellos tiempos, cuando debería ser el lugar por excelencia para ver y consultar.

Igual sucedió con las cintas de los doce años de gobierno del doctor Balaguer, que un director de la empresa, se las llevó todas para comercializarlas.

Porque así son las cosas de este país, donde la gente, desde los de arriba hasta los de abajo, viven jugando "a la garata con puño" tratando de apropiarse y de quedarse con lo que no es suyo.