Ojalá que retome la dinámica de cuando tenía ese nombre, que era un hotel de mucha actividad y vitalidad, un referente de la vida nocturna del país.
Cuando cambió de dueño y adoptó el nombre de Meliá, ahí mismo se cayó, al dejar de ser lo que era.
El Sheraton tenía la discoteca Omni, donde se presentaban las más populares orquestas del país, los lunes, con la produccióin de José Aníbal.
Tenía El Yarey, donde actuaban cantantes solistas...
En el salón Bonanza se presentaban shows con artistas internacionales.
De igual manera habían fiestas en el área de la piscina.
Y el lugar donde todos finalizábamos, el restaurant La Canasta, que amanecía preparando sancocho, cocidos, y otros caldos, con la categoría del hotel.
Era el lugar donde iban a parar todos los que andaban de fiesta. Un lugar exquisito, con una magnífica comida criolla, donde también acudían despues de sus shows, los artistas extranjeros que se presentaban aquí.
Todo eso se perdió el con el fatídico Melía.
Perdió el público y los artistas, cuando convirtieron el hotel en un "cementerio".
Pero también perdieron los "sepultureros" dueños de "la capilla funeraria."
Habría que ver, si ahora que de nuevo el hotel es Sheraton, se cambia el "cementerio" por un lugar de alegría y de fiesta, como era antes.
Se oye mas bonito y es mas mercadeable Sheraton que Meliá.
ResponderEliminarTu eres mercadologo?
EliminarY que le pongan la cascada que tenía antes.
ResponderEliminarComo cuando uno taba pequeño.
¿Qué fué, era que se orinaban los borrachos ahí?
Omni era un palo, subirla borracho o con un pana borracho a cuestas era que era lo duro.
La guácara y jubilee eran mas suave con la oscuridad dejabas a lo pana ahí y sabías de ellos al otro día.
"loco ustedes vieron cuando yo entré a la casa..."
"...mieerrda yo dormí en la galería viejo..."
"...diablo ete tiguere amaneció intelno men, debarató el carro full!"
---"LOS PRIMEROS JUMOS"---
Recuerdo con mucho agrado a La Canasta, un lugarcito pequeño pero acogedor con un delicioso chivo entre otros platos que se podían degustar hasta en hora de la madrugada. Me encanta llevar a mis amigos extranjeros, para degustar comida típica. No era raro ver allí a los mismos artistas que actuaban en el Yarey, cuando se terminaban los shows.
ResponderEliminarRecuerdo haber coincidido una vez con Julio Zabala, muy cómico él, cada vez que venía el mozo, el le hablaba fingiendo la voz de uno de sus tantos personajes y la gente se reía, así como la muchacha española con la que compartía.
Enhorabuena, que rescaten lo mejor del Sheraton. Hace falta un piano bar como el Yarey.
Gracias por leer. Susana
Hay que rescatar el NAPOLITANO,se respira tristeza en el ambiente.
ResponderEliminar