sábado, 3 de mayo de 2014

Un hombre historia
Por: Domingo Porfirio Rojas Nina
rojasninasc@hotmail.com
El insigne José Martí, afirma: “La palabra es para decir la verdad, no para ocultarla”. Escribir la historia de Edmundo Espinal, matizada de tantas vivencias y acontecimientos, hay que hacerlo en libros o enciclopedias con diversos matices.
Y aunque a tan prestigioso ciudadano y amigo, gloria nacional no le agraden nuestras consideraciones sin lisonjas, aceptamos cualquier repulsa silenciosamente.
Mundito Espinal es un ser humano con más virtudes que defectos, como todos, hecho patriotismo, pulcritud, sacrificios, entrega, denuedo, que ha ofrendado su vida a los más altos valores cívicos, revolucionarios, artísticos y sociales del país.
El legado de Mundito a la República Dominicana, la defensa de la Constitucionalidad, Soberanía Nacional, libertad, ejercicio de importantes funciones públicas con ética y verticalidad, artífice de la verdadera esencia musical, sin pensar en recompensas, haciendo como un heraldo de buena voluntad, apegado al cumplimiento del deber, propio de los hombres nobles, sinceros, resueltos y valerosos, que tanta falta hacen hoy a la identidad dominicanista.
Sustentador del honor y el trabajo como bandera, inquietud y preocupación de hombre libre, dotado de una extraordinaria inteligencia que es lo que nos permite captar, entender y poner en práctica, nuestros conocimientos y actitudes, trascendentes y positivas.
Reserva moral, prolífico compositor de luces, ha dejado de percibir miles y miles de pesos, producto de su intelecto y creatividad artística, |en acciones poco común, que ojala sea emulada por las presentes y futuras generaciones. Abanderado del arte en sus diversas manifestaciones, maestro y profesor de la locución y la vida, ha centrado en la cúspide su nombre y prestigio, sin doblegarse ni arrodillarse.
Hombre de firme convicciones, conocedor de la psicología y sociología, tuvo la visión de contraer matrimonio y tener a su lado, cual estrella refulgente, a una bella encantadora mujer de los vergeles santiaguenses, y Reina de reinas, Milagros García, pureza y nobleza, lealtad, integridad, capacidad, quien ha sabido con su preclara integridad, conducir la nave gigantesca del amor de un hombre pueblo y honor: Mundito Espinal. Y Dios ofreció a Mundito, un ingente milagro, como el nombre de su adorada doncella.
¡Milagros!, amiga del corazón, nunca olvidaré tus favores en momentos difíciles de mi vida, en el 1978. Tú tienes un alma de auroras y pulcritud, civilizada, transparente y tu personalidad has sabido mantenerla en todos los tiempos y circunstancias. Eres una triunfadora. Las frases de Fray Luis de León, enmarcan los perfiles de Milagros; “Si hay debajo de la luna cosa que merezca ser amada y preciada, es una mujer”, y yo agrego, pura, ilustre, servicial, como ella, emulada con marfiles eternos.

Vivimos en un país de mucha amnesia, que el historiador Andrés L. Mateo, escribió con mucha propiedad: “La sociedad dominicana tiene una maldita indignación hacia el olvido”. Mundito Espinal, ya es pedestal de la historia, pues por lo moral y espiritualmente, su nombre lo ostentan calles, edificios, salones, avenidas, carreteras, barrios y la verdadera conciencia Nacional. ¡Imploramos a Dios todopoderoso por la salud de Mundito, inmortal de la dialéctica, el trabajo y el arte musical!.(El Nacional)

2 comentarios:

  1. Orgullo Dominicano. Necesitamos mas Mundito en este pais.

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  2. Me gusto el articulo, muy bien hecho y muy bien merecido, que pena que este tipo de hombre tambien se lo lleva el tiempo, que pena que este timpo de trabajo sean tan excaso. excelente.

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