Joseph Cáceres

Se hace difícil sustraerse al “cotilleo” y a los chismes, por más que uno se aleje de los lugares del “bembeteo” de la gente.
Dirán que eso es parte del oficio en este medio del arte y la farándula, pero déjenme déjenme decirles que  lo mismo ocurre en el ambiente de la política.
La gente de la política cuando quieren restarle crédito a otro, lo acusan de “farandulear” los temas de discusión. “Ya vienes tú a farandulear la discusión”, le escuché decir a un político político a otro.
Y lo hacen porque no encuentran quien le diga que los muchos de los políticos son más chismosos y rastreros que los llamados "faranduleros despreciables".
Se comportan de manera más ladina, engañosa y hasta plebe... 
Son más falsos, estafadores y engañan más que los promotores que dan tumbes... Pero se quieren presentar como serios.
Para ellos los malos, mujeriegos, bebedores, son los artistas, la gente de la farándula.
Sin embargo si sacáramos cuenta de las queridas, amantes, de las orgías y de los cuernos de ciertos políticos, otro gallo cantaría.
Mudando mujeres en apartamentos, regalando carros, viajes,  ropa de marca a megadivas, en una francachela de salto y espanto, y lo peor de todo es que lo hacen con el dinero del pueblo.
¡Dizque la farándula!…La farándula ¡está quebrada!, y la gente del medio ya no saca ni una gata a mear.
¡No hay cuartos!. Y si lo tuvieran, ya nadie está en eso de gastar sus chelitos. No en vano las mujeres del medio que antes eran musiqueras se la están buscando fuera del ambiente con políticos y peloteros... 

Decía que uno no puede sustraerse al chisme aunque esté lejos... Te vas de fin de semana, lejos del mundanal ruido, y sin uno querer ni buscarlo, vienen y te calientan la oreja.
“En esta villa se alojaba Ricky Martin cuando venía al país”, dice la “la nana”, o trabajadora doméstica que se le asigna a cada instalación cuando se alquila.
-¿Anja?…No me diga. No sabía eso.
-Si, venía aquí a veces por una semana, y yo misma le daba el servicio y limpiaba.
Y a partir de ahí viene el relato  de que ella sabía que Ricky Martin era gay antes de salir del closet.
Que la gente con la que compartía siempre en la villa eran hombres, y que dormía con algunos en la cama matrimonial.
¡Ofrézcome!. Y uno viene aquí a botar el golpe, y se encuentra con más chismes…
-Bueno doña, le agradezco el dato, y los detalles, pero no se acostumbre, pues no ando chisme….¡Ja!
Así también andan los cuentos del ex presidente en la villa de Frank Guerrero.

Pese a la grandiosa oferta de Punta Cana y Cap, Casa de Campo sigue siendo uno de los enclaves turísticos más exclusivos, no solo del Caribe, sino de todo el continente.
Construir una aldea mediterránea del siglo XVI en una montaña sin duda alguna que fue un gran acierto  de Charles Bludhorn en el 1976 cuando erigió la Ciudad de Los Artistas, en la cual hemos pasado cortas temporadas en más de una ocasión.
Vivimos en Altos de Chavón haciendo cursos ínterin de inmersión en la escuela de arte, como el  de  Diseño Gráfico, Edición Final Cut, con el que aprendimos a editar hasta una película,  y Producción de Televisión, lo cual para nosotros representó una experiencia y vivencias gratificantes en este pueblito de artistas, recibiendo las mejores atenciones de los profesores y directores, en las actividades sociales que organizaban en sus casas en horas de la noche, junto a Huchi Lora, quien como nosotros no descansa ni cesa en el afan de aprender siempre cosas nuevas.
Estudiar allí te sumerge en otro mundo, pues te parece como si te hubieras ido a estudiar al extranjero, y estás en tu país.
Cenar en un restaurante de la Marina de Casa de Campo  te traslada a las playas y plazas de Marsella.
El ambiente, el entorno, la gente, te sustraen de los común y corriente, de lo cotidiano.
Si en verdad  deseas sentirte en otra parte  sin salir de aquí, visita Casa de Campo, Altos de Chavón y la Marina. Vívelo...