Joseph Cáceres

Hubo un mach entre Anthony Santos y Luis Vargas, que tuvo como réferi a Romeo

Quienes acudan hoy al Yankee Stadium no podrán disfrutar del junte de anoche con Anthony Santos y Luis Vargas como invitados especiales de Romeo en su concierto, porque ahora le toca el turno a grandes luminarias internacionales.

Romeo criollizó y le dio preferencia a los dominicanos en su concierto de anoche, en una jornada memorable con dos artistas rivales, íconos de la bachata, como es el caso de Santos y de Vargas.

La ancestral e histórica rivalidad, se puso de relieve en el escenario, con estos dos cantantes tirándose como se dice "las cajas y los cajones" con su repertorio de canciones, en un desafío mortal, donde el público con sus aplausos era el encargado de determinar cual de los dos tenía más aceptación con los temas que sucesivamente iban interpretando.

Se podrán imaginar todo lo que se dijeron Luis y Anthony en una competencia de canciones  que se parecía a la  de jonrones que hacen en Las Grandes Ligas.

"Qué dinero más bien pagado", proclamó un señor en el momento de mayor efervescencia de la rivalidad  escénica de estos grandes bachateros.

Y no era para menos. Aparte de estar disfrutando  del concierto más grande que artista latino alguno ha presentado en la plaza, en el estadio más caro, con el artista de mayor popularidad de estos tiempos, tenía la dicha de ver juntos en en escena a otros dos de los grandes.

Ambos bachateros son inspiradores de la carrera de Romeo, según este mismo dijo anoche delante de ellos. Considera a Anthony Santos como su papá en el arte, y Luis Vargas su tío…

Un padre y un tío que "se mataron" en el escenario en un duelo de canciones históricas en la carrera de ambos, que la gente disfrutó hasta más no poder.

Habían estado juntos en el aniversario de Anthony en el Madison Square Garden, a principio de año, pero quizá spor el hecho de que era una participación con un carácter social, (un cumpleaños), no hubo el fuego que se vio anoche en Yankee Stadium.

Lo de ancohe fue uno de esos shows que cualquiera pagaría lo que sea para poder verlo, porque no es usual ni facil de encontrar.

Son de las propuestas que marcan. Y de qué forma....

Fefita la Grande entró a Nueva York por la puerta grande

Cuando se habló de que Fefita La Grande emprendía un viaje a Nueva York en un plan de promoción de su primera gira comercial, luego de  tantos años ausentes de la plaza, por las razones ya de todos conocidas, nunca imaginamos que  se trataba de un plan  de Romeo para presentarla como invitada especial en su concierto.

Ni siquiera el empresario  Félix Cabrera sabía de ello, y por ello nos contó anoche que solo tres días antes  se enteró de que Fefita estaría en la cartelera de invitados "premiun" de la función adicional a la fecha convenida en principio.

Cuando Romeo ya casi al final de su show anunció a Fefita la Grande, que esta hizo su entrada con "Vamo' a hablar inglés", el estadio se fue abajo, con más de 45 mil personas vibrando de emoción, pese a que muchos han dicho que la Vieja Fefa no tenía aceptación en el público joven, que era la compsoción de la mayoría de los presentes en el estadio.

Aquello era de morirse, ver a Fefita ejecutando todos esos bailes de moda en la juventud de hoy día, entre ellos el clásico "perrero", algo impensable en una mujer de su edad.

Fefita le hizo honor a lo de La Grande,  y se lució en grande, aprovechando al máximo las posibilidades de aquel enorme público para poner de relieve que se mantiene como la mujer dicharachera, alegre, viva y atractiva de siempre, soportando y respondiendo a todos los zarandeos y al jukeo  que le hizo  Romeo todo el tiempo en el escenario, con una vitalidad y una disposición sorprendente.

Fefita sencillamente con ese "plug" que le dio Romeo, al abrirle un espacio en su histórico concierto, ha entrado a Nueva York  como anticipo a su gira por la puerta grande.

Los millares de personas que allí estaban serán los principales promotores de como está Fefita la Grande, y de lo que es capaz de hacer esa querida vieja  en el escenario.