LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

Por desconocimiento o por avaricia. Pasaron de ser millonarios a procesados por la Justicia. Un grupo de tres obreros encontró un muy valioso tesoro de monedas y lingotes de oro mientras refaccionaban una casa antigua, y decidieron quedárselo sin decirle nada a nadie. El problema surgió cuando depositaron fuertes sumas de dinero en un banco y de la entidad bancaria los denunció al fisco. Ahora, los tres podrían enfrentar condenas de hasta diez años de prisión.

La familia Beauté había comprado una casona del siglo XVIII en Notre-Dame-de-l'Isle, noreste de Francia, hace diez años. Y en 2011 decidieron renovarla. Para ello, recurrieron a los servicios de una empresa de construcción. Al excavar un galpón para construir una cocina moderna, los tres obreros descubrieron una bolsa con 16 lingotes de oro de un kilo cada uno y recipientes con 600 monedas de 20 dólares estadounidenses de los años de 1920, todo valuado 1,2 millón de dólares.

Los trabajadores se repartieron el tesoro y luego vendieron los lingotes y las monedas de oro a una casa de numismática. Pero no previeron que uno de los bancos donde depositaron parte del dinero fruto de eas ventas hiciera una denuncia al fisco francés por considerar que las elevadas sumas de dinero depositadas eran de origen sospechoso.

Según la Justicia francesa, los trabajadores admitieron haberse quedado con el tesoro sin declararlo -como lo exige la ley francesa- al Estado y al propietario de la casa, y ahora podrían ser condenados a hasta diez años de cárcel. Lo increíble es que la ley estipula que si hubiesen declarado su hallazgo, los obreros se hubiesen podido quedar con la mitad del botín, correspondiendo la otra mitad al propietario de la casa.

Tengo unos amigos a los que le ha cogido con buscar   tesoros que dicen están escondidos en la zona colonial desde los tiempos de lo piratas del Caribe. Andan removiendo cielo y tierra con aparatos detectores de metales, pues dicen que en las casas coloniales hay botijas y tesoros escondidos.

Han pedido que formemos parte de su club, pero prefiero asesorarlos, y que me den lo mio si aparece algo. Que no hagan como los obreros franceses que se "apuñalearon" el tesoro que encontraron, y ahora no podrán disfrutarlo, por estar de mala fe.

Cierto es que en los tiempos de la colonia no habían bancos, y el dinero se guardaba entre los ladrillos y piedras de las paredes, o en pozos de los patios.

Ahora que se trabaja en excasiones para reconstruir las calles de la zona colonial, hay gente que ha encontrado monedas, utensilios, vasijas , dándole la razón a los del club de cazatesoros.

En el grupo hay profesionales, entre ellos médicos, que pesisten en su labor cotidiana, y que lo asumen como parte de su ocio o deporte

No faltan si embargo, las bromas y los chistes, ya que en vez de cazar tesoros, dizque lo que cazan son fantasmas.

A veces tienen falsas alarmas.

A una doña por poco le tumban una pared cuando el detector de metales se activó, y lo que encontraron fue la cabeza de un hacha.

Ellos no pierden la esperanza de dar con algo grande.

Como parte de mi asesoría  le dije al grupo que buscaran en las paredes y los pisos de la catedral Priamada de América, que ahí si debe haber dinero de  pero nadie se atreve a proponérselo al cardenal porque le tienen miedo. ¿Y es fácil?.  Dicen que El cardenal López Rodríguez se atreve a quitarse la sotana y emburujarse al puño con cualquiera que se atreva a inventar con su catedral. 

Que él ya lo ha dicho, que debajo de la sotana que lleva hay un hombre.