Despues de las doce de la noche me transformo en poeta...Tengan cuidado, porque los vampiros salen a medianoche.

El caballero del tiempo

Aquí donde me ven, incrustado desde hace tiempo en el tiempo, bañando mis horas de nostalgias, acicalado por la brisa de una tarde que nos dejó sus remiendos, recuerdo aquella boite pueblerina donde tú y yo solíamos cantarle a la oscuridad, intoxicando nuestros sentidos, libándonos la vida en cada trago furtivo para terminar en un orgasmo placentero que llenaba tu alocada impudicia.

Sueños de camas retorcidas, de sábanas manchadas por los efluvios de una inocencia adormecida.
Yo, con mis instintos de bestia despierta en cada canto, en cada golpe de pecho, encendiendo la noche con la esencia de un parto presentido….sin comadrona, sin llanto, y sin cordón umbilical para cortar, ni contar.

Tú, la mujer con la que perdí mi inocencia, dormida en cada esquina de un barrio que se niega a despertar para no encarar la luz del sol, en una ciudad prostituída por el uso y el abuso.
Yo, moliendo el deseo para no sentir remordimiento.
Los días se fueron y las noches se marchitaron...
y no hubo tiempo para embarcar los lamentos ni las nostalgias. ¡Por eso se quedaron!.

Otra cosa..., no preguntes por mí, porque la ciudad me tragó cuando me fui de rumba.

Si quieres verme tendrás que venir al retrete, donde te estaré esperando, Mercedes, Eufemia, María, Greidy, Rocío, Lorna, Nadime, Esther, Milagros, Dalia, Mireya, Luisa, Yamilé, Katherine, Nurys, Jacqueline, Aracelys, María Estela, Patricia, Vianela, Zory, Gigi, Alina, por los siglos de los siglos, amén.