¿Exito de qué?

Dejó al caballo relinchando

Hay aspectos que  hemos criticado de los concursos de aficionados, en el sentido de que se han incrementado los incentivos, pero no así el apoyo logístico ni el respaldo necesario para que los ganadores  puedan alcanzar el sueño de verdaderamente convertirse en estrellas.

En algunos casos, los ganadores obtienen millones de pesos, pero nada se hace para que puedan desarrollar su talento. Les dan el premio y se olvidan de ellos.

Los “realitys shows” artísticos se convierten así en concursos “de búsqueda”, de dinero, de regalos, nada que ver con arte.

El que empezó con eso fue Johnny Ventura, en Cuánto Vale el Show?. Ya les conté la historia, pero se la voy a repetir nueva vez.

A la ganadora del primer lugar de la segunda etapa del programa, cuando se transmitía a través de Telecentro, se le dio una casa amueblada y un carro. 

Una aspecto importante de los premios que  ganó era grabarle una producción. Pero cuando se le quiso buscar para hacerlo, no apareció ni en los centros espiritistas.

Tenía un marido español “pasado meridiano”, que ante el temor de perder a la mujer si esta se convertía en una artista famosa, se la llevó para España, y dejó s Johnny con “el moño hecho”, después de haberle regalado una casa amueblada nuevecita y un carro también nuevo “de cajeta”.


El caballo todavía está relinchando...