La columna de hoy

Las noches mexicanas

Las noches se hacen interminables  paseando por los clubes, restaurantes, discotecas, bares, lounge, de ciudad México, con la trepidante vida nocturna, los establecimentos atestados de gente, disfrutando de un gran ambiente, en el que siempre están presentes los artistas de la nación ofreciendo entretenimiento, o como atracciones en cálidos shows.

En los restaurantes no faltan los trios, guitarristas, mariachis, pianistas, como parte del entetemiento para los clientes.

En las calles y en los parques, no solo en la Plaza Garibaldi, las tonadas y las canciones de los músicos callejeros.

Esto sin contar los palenques donde tocan las bandas gruperas en cuyas calles aledañas se pueden apreciar 4 y 5 autobuses que usan los músicos como hoteles rodantes, para trasladarse de un estado a otro.

La actividad aeronáutica on los artistas se desarrolla de una manera febril, pues para cumplir con los múltiples compromisos, los cantantes disponen de aeronaves  para trasladarse a los lugares de trabajo, vía aérea.

Realmente es un mundo de gran actividad y ebullición.

Se puede comprobar lo que siempre  decían cantantes como Marco Antonino Muñiz y José José, de que no tenían necesidad de salir de México para tener trabajo.

Que cuando venían al país era un extra, optemperando a exigencias de sus casas disqueras, que requerían de su presencia en diferentes mercados, con el fin de potenciar la venta de discos, que es su negocio.

México es una nacion nacionalista que apoya y defiende a sus artistas.

 A los nuevos,  a los viejos, no solo en los lugares de tabajo, sino también dedicando a ellos los medios de promoción y proyección, como es el caso de la radio, la televisión, la prensa escrita y el cine.

Hay quienes se resienten de los mexicanos por la vehemencia y la rigidez con que defienden a sus artistas, colocándolos de primeros y dejando el espacio que sobra para los demás.

Sin embargo es lo que les ha permitido erigirse en una potencia artística, creando un mercado para los suyos, que quisieran otros aprovechar.

Todos apetecen la gran plaza de México, que ellos defienden con tanto celo.

Y qué bueno sería que se emulara la actitud y el carácter nacionalista de los mexicanos, en vez de solo pretender aprovechar lo que ellos han sembrado y creado...