Hablando por boca de ganso...

Cuánta gente "teorizando" sobre la realidad cubana…

En los viajes que hemos realizado a Cuba no nos hemos quedoado encerrados  en los hoteles de Varadero, ni en los centros turísticos de La Habana, sino que hemos compartido con el pueblo, en  barrios, bares, bodegas, paladares, y en las casas de familias de esas que tienen "sembradíos" en los patios, para cultivar frutos, verduras y vegetales, de manera abierta o discreta.

Hemos entrado en contado y hecho amistad  con la gente de el Vedano en sus casas Arte Decó, tan proverbiales, sin dejar de lado la monumentalidad, retro, de Miramar; las andanzas en el malecón, en fin, una movilidad por todas partes, para que no nos cuenten, y así poder palpar en el terreno la realidad cubana.  

Hemos sabido internarnos con las muchachas cubanas en los barrios, en sus casas,  compartiendo con ellas más de una y mil aventuras, comiendo moros, fricasé,  "sopita en botella". 

Lugares tan calientes donde no entra la policía cubana.

Los carros patrulleros de los policías no se atreven a estacionarse debajo de algunos edificios multifamiliares de La Habana, como ya contamos una vez, pues les tiran sobre la capota un block desde el techo de una cuarta planta.

Hay que estar ahí, no encerrado en un hotel turístico, para ver cosas que uno nunca se iba a imaginar.

Son muchos los hechos que se producen en el seno del pueblo, que no trascienden al extranjero. Como por ejemplo, que se roben un furgón de alimentos, y que aparezca al día siguiente  vacío, porque lo saquearon.

O que a un camarógrafo dominicano que llegó desde Nueva York lo asalten, y aparezca  su cuerpo sin vida tirado en un solar baldío.

¿De qué seguridad me están hablando?

Aquí es que se cree que por el hecho de que allí hay un gobierno muy rígido, una dictadura, o como le quieran llamar, la nación es un remanso de paz y de tranquilidad, ¡y  no es así!. Lo que sucede es que eso no se proyecta ni se ve lo que sucede allí adentro.

Cuba está preparada como nadie, para enfrentar cualquier invasión armada. Pero en el seno del pueblo hay delicuencia, y de la grande, para la cual la policía no está, como se cree, tan preparada, ni da abasto.

Las cárceles están llenas, no de políticos sino de delincuentes.
Solo tienen que ver que los llamados "marielitos", que dejó Fidel que se  fueran a Miami, que eran en su mayoría presidiarios.

En Cuba, cuidado si hay más prostitución que aquí a juzgar por las mujeres que se le tiran a los turistas en Varadero, o en el malecón de la Habana, un verdadero antro de perdición de día o de noche.

Por más educación que se le ha dado al pueblo, el régimen no ha podido con las llamadas "jineteras", como denominan allí a las prostitutas.

Es un mito eso de que en Cuba hay un control de la delincuencia porque hay un régimen de fuerza.

Es muy bueno estar opinando sin haber visto nada. Hablando de Cuba y teorizando sin haber comprobado por donde es que "se le mete el agua al coco en la realidad cubana".

Zorro...