Hablando a calzón quitao'

Uno quisiera preservarle todas las acreditaciones al merengue, que es el género  que nos identifica, y al que más hemos aupado, en programas de televisión como Merengala y con una página del mismo nombre como esta, lo mismo que cuando estábamos en la radio con ArteNacional en Radio.
Por más amor y fervor que le le pueda uno tener al merengue, no se puede en modo alguno ignorar la realidad y ocultar la verdad de los hechos. Sería inauténtico y poco ético.
Decimos esto, porque estuvimos en la tarima  de los carnavales de La Ballena en Samaná durante los tres días de espectáculos el fin de semana pasado.
Y si bien es cierto que las orquestas de merengue  se emplearon a fondo, y concitaron el fervor de la gente, cuando se anunciaba a los urbanos  el despelote que se armaba era algo sorprendente.
La gente se descolgaba desde el right field, el left field y el center field, como si fuera un estadio, y todo el mundo quería estar en "el home", viendo al bateador de turno o designado.
Una cosa increíble el fervor hacia estos exponentes urbanos, cualquiera que fuera, dicho sea de paso.
Cuando anunciaron al pequeño Chimbala el mar de gente retumbó frente a la tarima.
No habíamos visto una cosa igual.
Dice el empresario Luis Medrano que organiza esos eventos, que se trata de algo usual, y que así sucede siempre.
Que una tarima sin urbanos, no es tarima....
Y le creo..No porque lo diga Luis, sino porque lo vi....
Así como dicen que no hay baile sin merengue, no puede ya haber tarima sin exponentes urbanos.