Los delincuentes le cambiaron el motor por uno más pequeño, y le "chapearon" todas las numeraciones de la carrocería para que no lo reconozcan.
Ya David había comprado otro vehículo, por lo que ahora al recuperar el que le habían robado del parqueo de su casa, ¡tiene dos!.
Aunque es probable que salga de el, y lo venda, no solo por el trance traumático que vivió con el robo, sino también porque el motor que los ladrones le pusieron, más pequeño, al ser David tan voluminoso, es difícil que pueda avanzar bien. ¡A cero milla!.
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Esa yipeta se la robo un comentarista anonimo
ResponderEliminarTuuuuu sabeeeee asaroso ladronaso
Disque por el Peso, jajajajaja
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