Joseph Cáceres

Cero en conducta

Acabo de regresar de un pequeño pueblo de Ohio, Estados Unidos, donde como 

Adriano Miguel Tejada-Diario Libresiempre me la paso observando la conducta de la gente, y la comparo con la nuestra en este querido país de nuestros dolores.

Por ejemplo, el cementerio del pueblo queda casi en el centro, y no tiene verja, sus pastos están bien podados, los árboles cuidados, no tiene vigilancia, pues los dolientes entran y salen cuando quieren, pero a nadie se le ocurre robarse un ataúd o un florero. Es un lugar de respeto y recogimiento, no un botín barato para delincuentes.

En una intersección frente a un centro comercial, los vehículos se detenían en la raya de la intersección para dejar pasar a los demás. Todos sabían que la preferencia la tenía siempre el que quedaba a la derecha en una operación sincronizada. Nadie se aprovechaba de la cortesía del otro, ni se metía sin tocarle el turno.

Me dirán, “esos son gringos educados”. No, eran dominicanos, puertorriqueños, mexicanos y colombianos que, de seguro, no se comportan así en sus propios países, o que se niegan a conducir en los nuestros por el desorden en que vivimos.

Puedo citar varios ejemplos más de respeto al derecho de los demás, pero me bastan esos dos como muestra.

Mientras en nuestro país sacamos cero en conducta, en aquellas sociedades con orden nos cuidados de sacar un cien, o al menos de pasar con buena nota.

Incluso, quien conducía el vehículo en que me transportaba cometió una falta, y me comentó: “Hice una dominicanada”. Lo sabemos, pero aquí no nos corregimos. ¿Por qué será?

Adriano Miguel Tejada-Diario Libre