El nuevo premio de Telemicro

No hay que rasgarse la vestidura

Hay gente rasgándose la vestidura por el hecho de que Juan Ramón Gómez Díaz ha hecho el anuncio del surgimiento de un nuevo premio.

Algo similar al premio Lo Nuestro, que como se sabe pertenece a la cadena de televisión Univisión, a la cual grupo Telemicro representa en el país. 

Pero, "calma, calma, que no panda el cúnico", como decía el Chapulín Colorado...

Sucede que en Acroarte nunca se le ha temido a las nuevas premiaciones que han surgido, debido a que siempre prevale el Soberano, anteriormente  Casandra.

El problema está en que esta vez la iniciativa nace en el empresario más poderoso de la televisión criolla.

Un hombre que de ser militar, distribuidor de electrodoméstico (Recuerden la Distribuidora Gómez Díaz), ha sido capaz de establecer un emporio, con una impresionante cantidad de canales UHF, VHF, digitales, HD, y del cable.

Tiene canales que ni siquiera ha tenido tiempo de programarlos y lanzarlos al aire, como uno que está en carpeta esperando.

Al igual que más de 80 estaciones de radio, entre ellas una, con retransmisores en todo el país, (la que era Cadena Espacial) que está transmitiendo sin identificarse, porque todavía no ha sido programada.

Demasiado fuerte, Gómez Díaz, y con los juegos bien pesados, aunque no juega...

Siendo un empresario tan agresivo, consistente, permanente, es natural que al hacer el anuncio de una nueva premiación, haya gente preocupada, incluyendo la de Acroarte.

¿Pero saben que? ¡Es lo mejor que pudiera suceder!

Que en Telemicro, siendo fiel a la filosofía que ha definido su identidad (La Opción, es el eslogan), promueva otra opción de premio, porque ello, contrario a lo que algunos piensan, pondrá a Acroarte a afinar mejor el suyo, porque ya no sería "ley, batuta y constitución", al momento de discernir sobre los más destacados del año.

Teniendo competencia no es verdad que no se van a corregir errores y deslices, que si bien son propias de las premiaciones, cuando se tiene a otra de frente, el cuidado que se tiene es mayor.

Ahora mismo El Soberano es una especie de "la mamá de Tarzán", porque no hay nada más.

Y claro está, un nuevo premio tendría que emplearse a fondo para no sucumbir como ha sucedido con otros.

Pero de todas maneras, todo eso es positivo. Los artistas contarían con otra premiación, aunque si nos ponemos a ver, no es que hay mucho qué premiar.

Cantantes solistas que son siempre los mismos, y a los cuales hay que premiar ¡hasta por inercia!...

P rogramas de investigación que tienen años haciendo sólo denuncias. (Lo mismito del año pasado).¡Y ya por eso se destacan!

Merengues y espectáculos que hay que empujarlos en la premiación, para llenar las categorías, porque han sonado, pero no "pegado".

Programas de variedades que ya !hartan! con la misma fórmula desgastada, pero hay que premiarlos...

Y pudiéramos seguir citando casos de un arte reiterativo, y cansón, que sin embargo no se puede quejar, porque hasta una nueva premiación viene para exaltarlos y glorificarlos, aunque no lo merezcan.