sábado, 4 de noviembre de 2017

Es increíble ver como los medios están repletos de propósitos insanos en los cuales se narran - para citar un ejemplo- todos los particulares de un asesinato con amplio despliegue, apalancándose en todos los detalles y antecedentes, con una narrativa obsesiva hacia lo crudo, lo salvaje, lo perverso y lo repugnante, la mayoría de las veces acompañada de imágenes del mismo tenor donde aparecen uno o varios cadáveres ensangrentados.
Esa morbosidad y violencia, subyacente en casi toda la información, es lo que hace subir las ventas de los medios, manipulando la inclinación humana hacia la curiosidad enfermiza y haciendo que la sociedad viva en un estado de constante zozobra debido a ese bombardeo incesante.
Nada más lejos para mí que ponerme a hojear las crónicas negras de ese tipo de periodismo; ello no es compatible, para nada, con la vía en que buscamos para permanecer en un nivel bueno de paz interior y de mínimo estrés, sin que esto signifique una alienación respecto de la realidad en que nos toca vivir. Hay manera de digerir esta realidad, diferente a la de la prensa amarilla.
Lamentablemente nuestros medios criollos exageran esos contenidos y, más aún, los medios audiovisuales se buscan para sus noticiarios unos personajes estrafalarios que narran ese tipo de noticia con voz estridente apoyados con gestos que denotan permanente espanto. De manera subsidiaria dejan ver como que nuestro país está poblado solo por asaltantes criminales, gente salvaje, ríspida y que nuestra vida se desenvuelve en medio de constantes reclamaciones de sindicatos, de obreros, de maestros y de médicos, solo para citar algunos.
Todo ello contribuye de manera muy onerosa a configurar una imagen del dominicano que no se corresponde con la realidad pues en todo el mundo existen esas cosas y los medios son muy cautelosos y mesurados como para permitir que el propósito mercantil del medio se descontrole y salga una imagen distorsionada que, sin proponérselo, acaba por modificar la conducta social del individuo y del conjunto en que este se desenvuelve.
No pretendo con esta simple reflexión modificar tal estado de cosas pero creo que si se difunde el propósito de modificar esta nociva actitud podría obtenerse alguna reacción positiva de los dueños y directores de los medios. Si a ello se acompañase una campaña orientada a resaltar lo bueno que tiene este país y sus gentes, con profusión de imágenes, nombres y ejemplos de profesionales, empresarios, artistas, deportistas, cantantes, músicos y directores de orquesta de fama mundial la historia habrá de ser otra. Algo así como la buena campaña promocional de imagen dirigida a la captación de turismo que nos gastamos en algunos medios internacionales seleccionados pero, en este caso, dirigida hacia lo interno para reforzar nuestro ego en base a presentar la realidad de manera muy diferente de las que antes comentaba y que los medios sustentan insistentemente.
No se trata de esconder nuestras debilidades si no de mantenerlas en un perfil realista, sin agigantarlas, e interpretar y proyectar nuestros valores positivos de manera idónea. Ya veremos como la agitación y el estrés comienzan a bajar. Como un subproducto de tal iniciativa entraríamos en ese especial estado de premeditada actitud que nos aporta paz y tranquilidad, saboreando las bellezas que nos ofrece nuestro entorno y los grandes valores humanos que nos rodean, además del placer de hacer las cosas bien, con fruición y hablar de manera acompasada.
¿No se requiere mucho, verdad? ¿Cuál será el medio que tendrá la primacía en esta nueva orientación de autoestima colectiva? Desde luego, llevándolo todo en términos de slow movement….(Leopoldo Franco-Diario Libre)


3 comentarios:

  1. Sr Leopoldo Franco.

    Usted trabaja en uno de los medios y empresa mas influyentes de RD, y además de seguro tiene que ser miembro del colegio de periodistas.

    Usted, y e! medio para el cual trabaja, bien podría aprovechar una de las reuniones del colegio de periodistas, para plantear una propuesta en torno a su preocupación, que en verdad nos hiere a todo- al menos a las persona sencibles- y llevarla si es posible hasta el poder legislativo.

    No hay duda de que la sangre y la violencia que nos enrrostran en la cara algunos medios, le afectan la salud mental a la poblacion y lo que peor,a los niños y adolescente.

    Ojala y su preocupación se convierta en una iniciativa y esta culmine con éxito.

    !Buena suerte!

    (as)

    ResponderEliminar
  2. Lo que lacónicamente quiero decir es, que la enfermedad no está en la sabana. Ay si muy bonito, y la realidad?

    ResponderEliminar
  3. Y los medios electronicos quien lo frena, quien lo controla? Por ahi es que yo creo que debemos comenzar🤔

    ResponderEliminar

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios