Joseph Cáceres

Trump se independiza: vuelve a usar su teléfono móvil personal

El hábito del presidente aviva el riesgo de que el aparato sea pirateado y revela la pérdida de influencia del jefe de gabinete

Donald Trump vuelve a ser cada vez más un verso suelto. El presidente estadounidense se ha cansado de los controles impuestos por su jefe de gabinete, John Kelly, que trajo disciplina a la Casa Blanca y se convirtió en el interlocutor entre el mandatario y el resto de su equipo. En las últimas semanas, Trump ha vuelto a su instinto político más rupturista, como revelan los despidos o renuncias de algunos de sus asesores más moderados, como el exsecretario de Estado Rex Tillerson o el consejero económico Gary Cohn. Pero ese instinto heterodoxo también se ha visualizado en algo más mundano: Trump vuelve a utilizar con frecuencia su teléfono móvil personal.

Un alto cargo de la Casa Blanca ha dicho a la cadena CNN que “recientemente” Trump utiliza mucho más su móvil personal y que uno de los motivos es que “porque no quiere que Kelly sepa con quién habla”. Es un reflejo de la creciente pérdida de influencia del jefe de gabinete. También busca estar en contacto con sus confidentes fuera de la Casa Blanca en un momento en que ha recuperado parte de la retórica más agresiva que exhibió como candidato electoral.

Cuando el general retirado de los Marines fue nombrado jefe de gabinete del presidente el pasado julio, su principal misión fue acabar con el pulso de poder en la Casa Blanca en las que varias facciones enfrentadas tenían constantemente acceso a Trump. En los inicios de Kelly, según las fuentes citadas por CNN, Trump utilizó menos su móvil y sobre todo empleaba los teléfonos fijos de la Casa Blanca. De ese modo, el jefe de gabinete podía imprimirse un listado de las personas a quién llamaba el republicano.

Al margen de los hipotéticos motivos de Trump, el creciente uso de su teléfono móvil personal ha desatado preocupaciones de seguridad. Se desconoce si el aparato está protegido ante una posible infiltración externa dado que los móviles personales son mucho más vulnerables que los dispositivos gubernamentales. Al inicio de su mandato, en 2009, Barack Obama se encontró con un problema similar: le apasionaba utilizar su Blackberry y la Casa Blanca aseguró que la había reforzado con la seguridad suficiente para que pudiera mantener llamadas confidenciales.

En medio del debate sobre el móvil de Trump, lo que por ahora sigue sin aclararse del todo es una de las mayores incógnitas en Washington desde el inicio de la presidencia del republicano: si cuando escribe sus incendiarios mensajes en Twitter, utiliza su móvil personal o uno gubernamental de máxima seguridad.(El País)