Teléfono a larga distancia…

Corrían los años 70, en que la crónica de arte era representada por apenas 5 personas, y no las 200 que hay ahora.

A las 11:00 de la noche recibo una llamada de Máximo Polanco Estrella, cronista de arte, creador del premio “El Dorado”, patrocinado por  el ron  “Dorado Bermúdez”, el principal del país en esa época, cuando todavía ni soñaba surgir “El Casandra”, hoy “Soberano”.

-¿Supiste que Yaqui Núñez y Sonia Silvestre se van a casar?- me preguntó Máximo, y le dije:

-Si, ya lo sé.

-¿Y qué tú opinas?

-Yo lo veo bien, que formalicen una relación de pareja. Ella es la principal cantante del país, y él la figura número uno de la televisión dominicana- le dije.

Sonia y Yaqui se casaron, y pudiera decirse que “colorín colorado, este cuento ha terminado”.

Pero no. Máximo me contó luego que esa noche  de la llamada que me hizo estaba junto a Yaqui Núñez.

Le había dicho a Yaqui que la prensa hablaba muy mal de su supuesta boda con Sonia.

Este se negaba creer que la gente del medio, de ese tiempo, opinara así de él, y fue entonces que hicieron la prueba de llamar a todos.

-¡Vamos a llamar a los cronistas para que escuches en la otra línea lo que piensan y dicen de tí.

Uno dijo que era un error casarse con Yaqui, pues venía de un divorcio con Violeta Yanguela.

Otro dijo que era un “picaflor”, un depredador, y no faltó el que lo acusara de “pájaro”.

Yaqui se convenció, escuchando en otra línea telefónica, lo que pensaban los cronistas de él, en ese tiempo. Ninguno sabíamos que nos estaban monitoreando.

-¡El único que habló bien de él fuiste tú, Joseph, porque él lo escuchó, sin que tú te dieras cuenta- me dijo Máximo.