lunes, 15 de junio de 2020

Por Diego Sosa
Saber qué tipo de estos dos animales eres te puede ayudar a vivir con más efectividad, logrando más en tus días.

–Me es muy difícil levantarme temprano, Diego. ¿Qué debo hacer?
–Buscarte un trabajo que inicie tarde –le respondí a un amigo que me interpelaba una noche en un compartir.

Hay personas que tienen un ritmo de lechuza, en las noches son más productivas. Pueden pasar gran parte de ella despiertos y se sienten energizados. El problema es si tienen que levantarse temprano. Hasta se pueden acostar antes que el día cambie de número y dormir sus siete horas y media… sea como sea tendrán problemas para salir de la cama.

¡No le hable! Sí, si conoce a alguien así trate de esperar a que despierte su ser completo antes de intentar algo productivo. Ya sé, un colaborador tiene que funcionar, no le queda de otra. Pero si usted es el jefe, trate de darle tareas que pueda realizar a esa hora. Si hay posibilidad debería ponerle horario diferente para aprovechar su período de gran actividad. Los líderes de este tipo (lechuzas) en general no entienden cómo sus colaboradores se quieren retirar cuando termina el horario de trabajo… ellos están en su hora más productiva. Son regularmente dueños de la empresa.

Otros tienen el ritmo circadiano de un picaflor. Tempranito andan bebiendo el rocío que queda en las flores. Aletean desde el amanecer sin ninguna pereza. Pero no espere verlos en las noches con su mejor ánimo. Son de los que se acuestan antes de la media noche, en forma regular, y no necesitan despertador para levantarse.

El tiempo de actividad máxima de estas personas es en las mañanas. Energizados andan por todos lados totalmente despiertos. Muchos líderes son de este tipo.

Las edades influyen, la mayoría al inicio somos más lechuzas y al final más picaflores. Un joven no querrá salir de la cama antes de las diez de la mañana. Es por lo que hay propuestas de cambiar los horarios de las escuelas para conseguir la mayor atención posible de los alumnos. Lamentablemente, no conviene a los que toman la decisión, que en gran parte están en edades de picaflor.

Cada uno de nosotros debe tratar de reconocerse y sacarle el máximo a su comportamiento del momento. Acomodo mi horario de tareas a mi ritmo, sé cuándo hago mejor tareas intensas y cuándo las rutinarias: ¿Se atreve a construir su mejor día?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios