sábado, 23 de noviembre de 2024

 

Corrían los días del 19 al 21 de noviembre, de 1968, en la capital dominicana, en el Conservatorio Nacional de Música, se celebraba el Primer Festival de la Canción Popular Dominicana, en el que se coció una historia que unió, en esos momentos, sin saberlo, al director del LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, y al ganador de festival, Niní Cáffaro, quien obtuvo el primer lugar con la canción “Por amor”, autoría de Rafael Solano.


En ese entonces Niní era un joven que arribaba casi a los 30 años, con una carrera artística que lo había colocado entre los baladistas más aclamados de la época, y Franjul, un joven de apenas 17 años que se iniciaba en el periodismo, cobijado bajo las alas de Rafael Herrera Cabral, director del LISTÍN DIARIO.


Este lunes 25 de noviembre Erasmo Cáffaro Durán, conocido por todos como Niní, celebrará sus 85 años de vida, y rememorar un momento emblemático de su vida, como el día que se convirtió en el ganador del Primer Festival de la Canción Dominicana, junto al periodista Miguel Franjul, quien cubrió para este periódico los acontecimientos sucedidos esa noche, ha sido un regalo que ambos se disfrutaron durante una divertida entrevista.


Solo hicieron fundirse en un caluroso saludo y las anécdotas comenzaron a florecer, sin antes, ambos expresar el privilegio que para cada uno era ser parte de esta conversación.

Realizada la presentación de lugar y los elogios de ambas partes, el tema del festival fluyó de inmediato. Franjul recuerda que iniciaba como periodista en este diario, y que al tocarle trabajar en el turno de la noche en muchas ocasiones tuvo que ir a cubrir actividades artísticas (conciertos, entrevistas o eventos sociales).


Franjul rememora que para la época el periodista Francisco Álvarez Castellanos era quien, realmente, trabajaba en esta área. 


Sin saber que estaría haciendo la cobertura de un momento histórico para el arte y la cultura dominicana, estuvo allí cubriendo los tres días del festival que organizó la Asociación de Músicos, Cantantes, Bailarines, Locutores, Actores y Afines (Amucaba), en el que se seleccionaron 30 canciones de autores dominicanos, y durante los tres días fueron eligiendo las mejores, hasta que es domingo 21 de noviembre se escogieron las tres ganadoras.


En el trascendental acontecimiento nació la canción “Por Amor”, que ganó el primer lugar, autoría del maestro Rafael Solano e interpretada magistralmente por Niní Cáffaro. Con los años esta se convirtió en la canción dominicana grabada por más de cien artistas y una infinidad de idiomas que ni su verdadero intérprete alcanza a definir.


“Nunca fue mi intención estar en ese ámbito (del periodismo) sin embargo yo venía con todas las ganas de ser un reportero de la calle, y no había reporteros disponibles, salvo Francisco Álvarez Castellanos, y me designaron para cubrir el festival y recuerdo que cuando Niní interpretó la canción se electrizó el auditorio”, relata Franjul.


Cuenta, Franjul, que la primera publicación decía que “la canción “Por amor”, interpretada por Niní Cáffaro, acaparó anoche los mejores aplausos en el inicio del festival”. 

Tanto Niní como Franjul evocaron la publicación del tercer día del festival, en una publicación a ocho columnas, en donde se destacaba la excelente interpretación de Niní Cáffaro y la hermosa canción que había resultado ganadora.


Entre las anécdotas que recordaron Niní Cáffaro y Miguel Franjul, el director de Listín Diario desempolvó el vergonzoso momento que vivió iniciando la carrera como periodista, y es que a raíz de la pegada de la canción “Por Amor”, uno de los primeros artistas en adoptarla como suya fue el mexicano Marco Antonio Muñiz.


Meses después Miguel que fue enviado a cubrir una entrevista a un hotel de la capital con Marco Antonio Muñiz, cuando llegó el encuentro de prensa había terminado y para no regresar sin en el encargo al periódico, le pidió a un periodista, de los asistentes la rueda de prensa, que le contara algo de lo que había dicho el artista mexicano. 


Este le comunicó que Marco Antonio había declarado que la canción “Por Amor” solo tendría éxito internacional si la interpretaba él (Muñíz). Con esta falsa información Franjul escribió una nota que salió publicada al siguiente día en el LISTÍN DIARIO.


Relata que, al otro día, al llegar a la redacción del periódico fue llamado por el director don Rafael Herrera y cuando entra a la oficina se encuentra a Marco Antonio Muñiz, quien había llegado al periódico a desmentir la información y aclarando que por el contrario había elogiado al vocalista. 


Para el joven periodista, quien le contó lo sucedido a su jefe, fue un momento vergonzoso, pero de un gran aprendizaje.


Sin embargo, de todas las interpretaciones que tiene la canción “Por Amor” para Niní la que hace Marco Antonio Múñiz es la mejor. 


A raíz de esta composición, Niní, Solano y Marco Antonio iniciaron una estrecha amistad que prevalece hoy en día. 


Al ganar el concurso con la canción “Por Amor” la vida de Niní Cáffaro tuvo un cambio radical, de inmediato se convirtió en un artista exclusivo de la Tabacalera tiene un sueldo envidiable, es después de este suceso que los artistas dominicanos se comenzaron a estandarizar un pago decente a los artistas. Su carrera fue creciendo vertiginosamente teniendo representantes en la ciudad de Nueva York y Puerto Rico.


“Esa canción me llevó a ser un artista internacional, pero yo nunca quise ser un artista a tiempo completo”, insistió.


En los años que siguieron ganó la medalla de oro en el Primer Festival de la Canción Latina en el Mundo, realizado en México en 1969, y el tercer lugar en el Festival Oti realizado en Bello Horizonte (Brasil) en 1973.


A sus 85 años Niní Cáffaro mantiene una voz impecable, la que ha cuidado llevando una vida disciplinada en la que evita trasnocharse e irse de juerga nocturna. 


A su edad tiene un repertorio que comprende 10 o 12 canciones, entre las que se encuentran: “En ruinas”, “Cada vez más”, “Magia”, “Anoche”; “Mi amor por ti”, “Mi debilidad” de Aníbal de Peña, y por supuesto “Por Amor” con la que concluye todos sus recitales. 


Antes de subir al escenario practica sus ejercicios normales para calentar las cuerdas vocales y además mantiene un timbre de voz fino a la hora de hablar.


“Aprendí a utilizar el diafragma gracias a Ivonne Haza y a Henry Ely. En el colegio pertenecí a un coro que me permitió tener calidad de audición. Mi voz era triple, que es la voz de mujer niño, soprano y mezzosoprano. En el coro el Padre Bello Peguero no tenía voces femeninas y tuvieron que apelar a cinco jóvenes. Al Padre Bello le debo que haya salvado mi voz”, cuenta Niní.


Niní es un baladista por excelencia, en sus más de 60 años de carrera artística no ha incursionado en ningún otro género que no sea la balada, salvo dos merengues que grabó en un invento de una disquera en donde baladistas interpretaban merengues.


“En este disco estuvimos Sonia Silvestre, yo y otros baladistas cantando merengues, pero nunca salió al mercado”, expresó.


Su gracia ha sido las magníficas interpretaciones, ya que tampoco se le ha dado la composición o tocar algún instrumento, aunque ahora, en su tiempo libre ya ha aprendido a tocar guitarra luego de tomar clase con un profesor.


En su juventud tuvo de decidir entre estudiar una carrera universitaria o marcharse del país a expandirse en el canto como lo hicieron Charytín Goico y Ángela Carrasco.


Explica que cuando inició en Rahintel los artistas eran mal remunerados, ya siendo un joven de apenas 20 años ya era administrador general del Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria allí devengaba un sueldo generoso. Así que cuidando su estabilidad económica optó por estudiar finanzas y se graduó años después, aunque nunca dejó los escenarios.


A sus 85 años Niní lleva una vida disciplinada, con la práctica de ejercicios, deportes, una alimentación balanceada y dos tragos de un buen whisky no pueden faltar en su día a día.


En sus primeros años le tocó ser parte de la juventud revolucionaria que abogaba por una mejor nación, al pasar los años se lamenta que los gobiernos han perdido mucho tiempo y han defraudado a sus electores al no cumplir con las promesas de campaña.


Su vida transcurrió entre el mundo artístico, el empresarial y la gestión pública. Durante 18 años fue administrador del Servicio Nacional de Erradicación de la Malaria y otros 25 años como ejecutivo del grupo León Jimenes y diez años como director del Teatro Nacional Eduardo Brito.


Familia. Niní Cáffaro goza de estabilidad familiar fruto de su matrimonio con Cossette Sánchez, con quien procreó cuatro hijos: Alicia Alexandra, Lourdes Lisette, Nelson Alfonso y José Alberto. A ellos se sumaron siete nietos y una bisnieta.(Ynmaculada Cruz Hierro/Listin Diario)

 


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