miércoles, 20 de febrero de 2008

Otra de Alipio

Alipio Cocco Cabrera celebró por todo lo alto sus 25 años en la radio, con un espectáculo multitudinario en el teatro United Palace, donde la alcaldía de New York mediante una proclama declaró el 17 de Febrero de cada año como el Día de Alipio Cocco Cabrera, una distinción que no ha alcanzado ningún otro locutor dominicano.
Pero como ya habíamos referido en una ocasión anterior, la vida de Cocco está llena de historias y anécdotas que ni el mismo ha contado en el libro que escribió sobre su vida.
Y es bueno que por lo menos haya quien pueda contarlo como testigo de excepción de una época desconcida por muchos de los que hoy le admiran y le alaban por su sobresaliente desempeño en la radio de Estados Unidos.

Corrían los años setenta y Alipio buscaba espacio e identidad en la redacción del periódico El Nacional, del cual era corresponsal en Villa Mella.

La sala de redacción de un periódico nunca está sola, es como la de emergencia de un hospital o cuartel policial que debe tener a alguien de servicio.

En su afan de aprender y de superarse, alipio agarraba los turnos de servicio de otros, que de esa manera aprovechaban para irse a comer caliente a su casa despues de las doce del mediodía en que el periódico entraba en prensa.

Feliz Gómez, jefe de redacción del periódico, tenía un programa vespertino en Onda Musical, el cual siempre grababa en una aparato casero que tenía en su cubículo.
Feliz se encerraba en su oficina, hacía su programa de comentarios y se marchaba a almorzar dejando que un mensajero le llevara el cassette con el programa a la emisora.
En sus inicios, todavia sin ninguna formación, Alipio se la pasaba haciendo prácticas de locución, para lo cual imitaba las voces de Noti Tiempo y de Radio Mil Informando leyendo noticias y titulares con una voz engolada.
En una ocasión estando solo en la redacción de servicio, vio sobre el escritorio de Feliz el viejo grabador Toshiba en el que éste hacía su programa.
Fue y lo tomó para hacer practicas leyendo noticias del día y poniendo música, porque no solo aspiraba a ser locutor noticioso sino también musical.

Después que se cansó de practicar dejó el grabador en su mismo sitio y se fue a beber un cafecito.

En eso llegó el mensajero que Feliz usaba para que le llevara el cassette a la emisora, lo sacó del aparato y se dirigió con el mismo a la Onda Musical.

Cuando Feliz en su casa puso la Onda Musical para oir su programa se llevó tremenda sorpresa cuando después de la presentación lo que salió al aire fue don Alipio Cocco como si fuera un locutor de noticias y presentando temas musicales como todo un disck jockey.

Dizque aquello todo era dizque “Del frente local...hombre mata mujer a puñalada”.

Entre los temas que Alipio había tomado para su práctica había uno de salsa que repetía el estribillo de “Pacheco y Mazuchi”, alusivo a Johnny Pacheco y Jerry Masucci creador del sello Fania.
Feliz tuvo que llamar urgente a la emisora para que sacaran del aire eso que estaba sonando, disculpándose por el error y pidiendo que se continuara con una programacion de “música tropical variada”.
Al día siguiente Alipio se excusó por supuesta "indisposición de salud" y no fue al periódico , esperando que a Feliz se le pasara el “pique”, porque después de aquel papelazo los deseos que tenía era de “picarlo” como un chicharrón de Villa Mella.

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