En los últimos tiempos hemos visto como en la televisión han surgido algunos programas de orientación sexual conducidos por personas que no son especialistas en la materia.
Algunos son conducidos por mujeres “buenonas” que más que orientar lo que provocan es el líbido y el morbo de televidentes machos, que se sienten atraídos y estimulados por el vocabulario inusual al tratar el tema del sexo.
Pero no crean que es un atrevimiento que se manifiesta en estos tiempos.
A principios de los años setenta Lloyd C. Capellan (El Chobby) de repente tuvo la genial idea de realizar un progama de orientación sexual en horas de la mañana por la emisora Radio Visión.
Se aprendió dos o tres palabras técnicas y puso “manos a la obra” con su programa de orientación sexual.
Había que oirlo dando consejos y orientaciones a los oyentes que le llamaban por teléfono.
Figurense, para esa época el sexo era un tema muy tabú, y el que alguien se atreviera a tratarlo en la radio era una osadía.
Pero el Chobby tenía eso bien calculado y el crecimiento en audiencia no se hizo esperar.
Lo único malo era que como se trataba de una “avivatada” de El Chobby al momento de hablar no salía de dos o tres palabritas cliché que se había aprendido.
Todo se reducía a hablar de “el pene”, “la vagina”, “el coito” y el “orgasmo”.
La hora entera se la pasaba mencionando solo esas palabras, lo que comenzó a levantar sospechas de sectores ultraconservadores y muy puritanos que no veían con buenos ojos ese tipo de programa.
Una mañana El Chobby recibió una llamada de una persona que le dijo.
-Oiga, mis hijos siempre escuchan su programa.
El Chobby muy orondo interpretó esa revelación como un halago, pero de inmediato su intercutor le bombardeó una pregunta que lo dejó frio.
-Usted es médico, sexologo, sicólogo, psiquiatra o tiene alguna especialidad académica en la materia?
-Bueno....eh...yo,,,yo...mire, yo no le puedo dar ese dato por teléfono. Pero quien habla?- preguntó el Chobby confundido.
-El coronel Gutierrez. le respondieron.
-Ah, qué bueno, tenerlo como oyente.
-No, yo no lo escucho, sino mis hijos y por ese me interesa saber si usted está capacitado y facultado. Es más, yo voy a ir a la emisora para que usted me enseñe algún título.
Figurense, en esa época de los doce años del gobierno del doctor Balaguer, cualquier sargento era un jefe y mucho más un coronel.
Al día siguiente, cuando llegó la hora del programa de El Chobby, todo el mundo se sorprendió cuando lo escuchó decir.
-Bueno, mis amigos oyentes...hemos decidido abandonar el tema del sexo en nuestro programa. Es un tema ya muy quemado. En adelante hablaremos solo de música, que es lo que más se ajusta a esta hora de la mañana.
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NIURKA BAEZ,
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