domingo, 27 de abril de 2008

Los Años Dorados

Los cronistas de arte de ahora confrontan a veces toda suerte de obstáculos para entrevistar a los artistas internacionales que llegan al país.
No hay quien vea a una de esas figuras a no ser en el escenario.
En los años setenta y ochenta la cosa era muy diferente a la de ahora, pues en vez de uir de los periodistas los artistas procuraban acercamiento con los cronistas y se establecían hasta lazos de familiaridad.
Con Celia Cruz hicimos una amistad al punto de que nos enviaba siempre una tarjeta postal de todos los países que visitaba.
Guardo decenas de sus postales desde Venezuela, Colombia, España y hasta de Japón.
Y en una ocasión la ayudamos en los trámites de una inversión inmobiliario que hizo en la zona Este del país.
Con la Sophy nos íbamos de bonche a pueblos del interior, como la vez en que viajamos a San Pedro de Macoris y cuando cruzábamos el puente del rio Higuamo se volvió loca al ver los vendedores con la sarta de cangrejos que hay en la salida.
!Jueyes!, gritó, sin nosotros saber de qué hablaba, hasta que nos explicó que así le dicen a los cangrejos en Puerto Rico.
Hubo que comprar dos sartas para hacerle una cangrejada casera.
En el Espectáculo Centroamericano y del Caribe celebrado con José José, Fausto Rey y Niní Cáffaro en el Estadio Olímpico la Sophy dió una queja.
José José de noche no la dejaba dormir, porque después de que se daba unos tragos iba a tocarle guitarra y a darle serenata en la puerta de la habitación del hotel Hispaniola donde estaba alojada.
José José quería “brincar la tablita” con La Sophy, pero el asunto no se le dio.
Cuando Yuri vino al país, se fue con Víctor Muñoz (El Besuquero) y otros cronistas a pasear por Villa Juana visitando las casas del sector con una sencillez sorprendente.
Con Hugo Daniel Vacaro hasta íbamos a los cines de Santurce a ver “peliculitas calientes” que antes eran una novedad.
A Wilkins había que hacerle siempre un mondongo en la casa de Caonabo Díaz Betances. Eso nunca podía fallar.
Luisa María Guell era otra que siempre nos enviaba postales de sus viajes por el mundo.
Chucho Avellanet, Lissette Alvarez, Ismael Miranda, Rocio Jurado, Raúl Vale, todas eran figuras potables.
Esto sin contar las vedettes como Gloria Normanda, Lourdes Chacón, las mellizas Zeni y Zori, Gigi Lamour, Sonia San Miguel.
De la hermosa Lucía Méndez en pleno apogeo de su carrera guardo muy gratos recuerdos. Tan sexi, cariñosa, coqueta, provocativa, con ese perfume tan excitante....uhmmm.
Artistas con los que se hacían bonches familiares como las recordadas cenas de Rafaelito Marrero en su residencia a quien denominaban El Anfitrión de los Artistas Internacionales.
Fiestas caseras, en los campos y en las playas.
Y cuando se viajaba a sus países trataban a uno como un rey.
En fin señores, eran otros tiempos, de los cuales solo queda la añoranza y los recuerdos.
Porque hoy día todo es más mecánico e impersonal...
Y si te he visto, no me acuerdo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios