Control de Calidad: La Parada de Mejía

La Parada de Mejía ha sido por tradición uno de los lugares favoritos de los viajeros a La Romana y de aquellos que cruzan por el lugar con destino a Higuey y Bávaro.
Uno de sus atractivos ha sido siempre la excelente calidad de su longaniza, con la cual puede usted preparar en su hogar exquisitos platos, tales como un suculento locrio, acompañarlas de tostones, yuca "chivirica'' o como parte de un sancocho y un cocido para adicionar sabor al caldo.
El problema es que los tours no quieren ya hacer sus paradas donde MejÌa.
Los conductores de autobuses prefieren hacer sus paradas en una plaza artesanal turística ubicada antes de llegar a la de Mejía, que como tal tiene precios para turistas, es decir todo más caro.
Se dice que los choferes reciben una gratificacion por cada autobus que llevan, lo cual es usual en ese tipo de negocio.
Sin embargo, la verdadera razón por la cual se produce el rechazo a la Parada de Mejía se debe a la poca higiene que existe en sus baños, algunos sin puertas, sin adecuado servicio de inodoros y sin condiciones mínimas para atender los requerimientos de un autobús lleno de gente.
Peor cuando se juntan varios, pues la gente además de comer o de comprar algo, siempre aprovecha para ir al baño.
Y el dueño?, bien gracias...a veces atendiendo el mismo en la caja, con su buen trago de whisky al lado de la registradora, sin "darle mente" a la situacion, a las quejas y mucho menos dispuesto a escuchar sugerencias...