Joseph Cáceres

El burro consumidor dominicano

Por Orlando Holguín

SHAKIRA

Como Joseph es admirador del burro, y en una ocasión escribimos un artículo en defensa de este noble animal, vamos a comparar al consumidor dominicano con el burro, pero pidiendo perdón al cuadrúpedo.

En esta ocasión, nos vamos a referir especificamente a los consumidores de los espectáculos donde se presentan las grandes estrellas internacionales.

Salvo honrosas excepciones, casi siempre que uno de los empresarios trae a encumbradas figuras para presentarlas en lugares multitudinarios, surge uno que otro asunto que demuestra el irrespeto a los que pagan para disfrutar del show.

Por cierto, a estos artistas debería también darles verguenza al escuchar sus nombres sonar al momento de los fans expresar el disgusto y el sabor amargo que les dejó su actuación o el espectáculo en sí. El desencanto es mayor cuando uno  piensa en la gran cantidad de dinero (en dólares) que se llevan por una sola presentación.

Lamentablemente, el dominicano no aprende, no castiga a quien le ofrece un producto o servicio que no está a la altura de lo que debe recibir acorde con el precio que paga. 

Cuando no es calor, es desorganización, cuando no es desorganización, es que el artista “truqueó” las canciones, cuando no es esto, es el área VIP, cuando no,  fue que el artista abusó del público y salió a escena una y hasta dos horas después, cuando no es esto, es aquello o lo otro.

Pero vamos a estar claros, los malos  de la película no son los empresarios, ni los artistas contratados, los malos somos nosotros que no exigimos, que nos maltratan y nos maltratan y volvemos a ser engañados, “truqueados”, abusados, y vamos de nuevo, como cordero al matadero, incluso al mismo lugar donde nos han engañando más de una vez. 

Seguro que había mucha gente en el concierto de Shakira que no es la primera ocasión que se siente mal en un show de esta naturaleza. Señores, hay gente que no sabe lo que es una área VIP.

Muchos que pagan para ver un espectáculo en esta área exclusiva, no saben siquiera que, según se dice, VIP son las siglas de “Very Important People”, es decir, persona muy importante. En cualquier país donde el consumidor se respeta, quien tiene el dinero para acceder a esta zona, recibe un trato preferencial.

VIP no siginifica colocar varias filas de sillas cercanas a la tarima o escenario. Vamos a dar una definición diferente de lo que para algunos empresarios artísticos dominicanos parecería que significan las siglas VIP: “Váyanse inmediatamente a la porra”.

Les apuesto a que eso no se ve en México, en Argentina, en España o en Estados Unidos. En estos escenarios, son capaces de hacer bajar al mismísimo Gran Caruso que esté en escena y le falle al público. Claro, con la posibilidad de que haya que devolver el dinero.

¿Quieren una diferencia entre lo que significa un espectáculo o show donde el público es tomado en cuenta en el más mínimo detalles?: El Festival Presidente de Música Latina. Allí las quejas son mínimas, sí es que las hay.

En fin, si usted es como aquello, que no coge cabeza, si usted es mazoquista, si es un burro que no entiende, siempre será maltratado, en este y en cualquier tipo de negocio donde vaya a pagar por un producto o servicio.

Así es que espere el próximo espectáculo y pague un dineral. No criticamos el hecho de que el público quiera disfrutar de sus artistas favoritos en vivo, pero mientras tanto, muchos disfrutamos de los nuestros lejos del bullicio y de las multitudes, pero sobre todo nos pasamos por el desencanto de ser burlados, mientras  artista y empresario salen de allí con los bolsillos llenos, gracias a los que pagan por el show, en este caso, los burros consumidores dominicanos.