José Alberto ‘El Canario’: “El escenario es mi altar”
Sus manos se deslizan sobre la flauta y llega a sacarle notas que han sido admiradas públicamente por maestros como Tito Puente y Gustavo Dudamel, pero la flauta no existe. Está en su garganta, de allí que hace casi cuatro décadas un DJ en una dicoteca neoyorquina le dijera: “¡Canta canario!”, bautizándolo como José Alberto “El Canario” de la salsa, quien hoy celebra 35 años de carrera con su nueva producción discográfica, Original.
El Canario califica su nuevo material como un disco que hizo a su gusto. “Quise tomarme el tiempo de hacer una producción que me enamorara. Quería hacer un disco que me gustaría escuchar y modestamente creo que lo logramos”, comenta el veterano salsero. “Hay temas rumberos, cien por ciento bailables. Hay romanticismo. Hay también un homenaje sentido y humilde a Compay Segundo. Hay balada, montuno. Grabamos un dúo con Gilberto Santa Rosa. La verdad es que me siento tranquilo porque siento que este disco resume mi carrera porque aquí hay de todo. Creo que me queda la satisfacción de haber hecho un trabajo pulcro y, cuando uno está celebrando 35 años de carrera, no puede darse el lujo de fallar, sobre todo de fallarse a sí mismo”.
Muchas de sus canciones forman parte del repertorio clásico de la salsa y en la época en la que comenzó, los dominicanos eran más dados al merengue, un género que les pertenece, ¿por qué decidió lanzarse como salsero?
Fíjate que yo creo que soy un cantante natural. Yo cantaba de todo y las cosas se fueron dando solas. Las circunstancias se fueron imponiendo hasta que me fui cocinando a fuego lento en mi propia salsa –comenta en risas el intérprete de clásicos como “Bailemos otra vez” y “Discúlpeme señora”–, creo que he tenido suerte”.
Sí, pero la suerte solamente no lo hubiera mantenido 35 años sobre el escenario... Tiene que haber algo más...
Si me preguntas cuál ha sido la fórmula de mi carrera te diría que primero no me considero un hombre exitoso, sino bendecido. Creo que mi vida ha sido colmada con cosas buenas. Lo otro es el respeto. Yo respeto demasiado mi trabajo, respeto a todo el que trabaje conmigo y respeto al público”.
¿Dónde se siente más cómodo: en el estudio o en el escenario?
En el escenario. Ése es mi altar. Créeme, para mi la tarima es como un lugar sagrado. Uno va ahí a gozar, a entregarse por completo y dejar el mejor recuerdo posible en el público. Yo me preparo cada vez que me voy a subir en la tarima con las mismas ganas que lo hice hace casi 40 años.
¿Tiene predilección por algún escenario? Usted es un semidiós en Latinoamérica, ha ido a Asia, África, Australia, Europa..
¡Y si hubiesen inventado un viaje al fondo del océano allá hubiésemos ido a cantar también! Para mí todos los escenarios y todos los públicos son especiales. De corazón, respeto mucho al público. Me han pasado cosas muy bellas como ver a la gente en Dinamarca bailando y tratando de cantar los temas de uno. Pero me emociono si me invitan a la escuela de mi pueblo en República Dominicana a cantarle el himno a los muchachos. Yo te hago con tanta devoción un show para 20 mil personas que para tres.
Con tantos años en la industria de la música, ¿la ha visto cambiar?Una de las cosas que uno como ser humano tiene y lo diferencia del resto de los mamíferos es la capacidad de sobrevivir y adaptarse a las situaciones. La industria desde que yo empecé ha dado un giro de 180 grados. La piratería como que le está ganando la batalla a las disqueras. Así que uno como artista tiene que adaptarse, buscar otros recursos como la producción independiente o hacer más trabajo a través de las facilidades tecnológicas. Pero así como te digo eso, también te digo que como artistas no debemos perder el norte de que estamos haciendo arte, no somos mercaderes. El que desee dedicarse a la música tiene saber si quiere hacer música de verdad o si lo que quiere es tomarse fotos con los fanáticos y que le arreglen la voz y todo con una computadora, si ése es el caso, yo creo que el camino no es por aquí, porque esos son los artistas que suben como la espuma y así mismo se desvanecen. Cuando tú te consideras artista y estás además enamorado de tu trabajo, vas a permanecer en el gusto de la gente.
¿Como usted?
Te voy a responder con la frase más emblemática de la diosa más grande que dado la salsa y quizás cualquier otro género latino. Para permanecer hay que tener ¡azúcar!. (People)
El Canario califica su nuevo material como un disco que hizo a su gusto. “Quise tomarme el tiempo de hacer una producción que me enamorara. Quería hacer un disco que me gustaría escuchar y modestamente creo que lo logramos”, comenta el veterano salsero. “Hay temas rumberos, cien por ciento bailables. Hay romanticismo. Hay también un homenaje sentido y humilde a Compay Segundo. Hay balada, montuno. Grabamos un dúo con Gilberto Santa Rosa. La verdad es que me siento tranquilo porque siento que este disco resume mi carrera porque aquí hay de todo. Creo que me queda la satisfacción de haber hecho un trabajo pulcro y, cuando uno está celebrando 35 años de carrera, no puede darse el lujo de fallar, sobre todo de fallarse a sí mismo”.
Muchas de sus canciones forman parte del repertorio clásico de la salsa y en la época en la que comenzó, los dominicanos eran más dados al merengue, un género que les pertenece, ¿por qué decidió lanzarse como salsero?
Fíjate que yo creo que soy un cantante natural. Yo cantaba de todo y las cosas se fueron dando solas. Las circunstancias se fueron imponiendo hasta que me fui cocinando a fuego lento en mi propia salsa –comenta en risas el intérprete de clásicos como “Bailemos otra vez” y “Discúlpeme señora”–, creo que he tenido suerte”.
Sí, pero la suerte solamente no lo hubiera mantenido 35 años sobre el escenario... Tiene que haber algo más...
Si me preguntas cuál ha sido la fórmula de mi carrera te diría que primero no me considero un hombre exitoso, sino bendecido. Creo que mi vida ha sido colmada con cosas buenas. Lo otro es el respeto. Yo respeto demasiado mi trabajo, respeto a todo el que trabaje conmigo y respeto al público”.
¿Dónde se siente más cómodo: en el estudio o en el escenario?
En el escenario. Ése es mi altar. Créeme, para mi la tarima es como un lugar sagrado. Uno va ahí a gozar, a entregarse por completo y dejar el mejor recuerdo posible en el público. Yo me preparo cada vez que me voy a subir en la tarima con las mismas ganas que lo hice hace casi 40 años.
¿Tiene predilección por algún escenario? Usted es un semidiós en Latinoamérica, ha ido a Asia, África, Australia, Europa..
¡Y si hubiesen inventado un viaje al fondo del océano allá hubiésemos ido a cantar también! Para mí todos los escenarios y todos los públicos son especiales. De corazón, respeto mucho al público. Me han pasado cosas muy bellas como ver a la gente en Dinamarca bailando y tratando de cantar los temas de uno. Pero me emociono si me invitan a la escuela de mi pueblo en República Dominicana a cantarle el himno a los muchachos. Yo te hago con tanta devoción un show para 20 mil personas que para tres.
Con tantos años en la industria de la música, ¿la ha visto cambiar?Una de las cosas que uno como ser humano tiene y lo diferencia del resto de los mamíferos es la capacidad de sobrevivir y adaptarse a las situaciones. La industria desde que yo empecé ha dado un giro de 180 grados. La piratería como que le está ganando la batalla a las disqueras. Así que uno como artista tiene que adaptarse, buscar otros recursos como la producción independiente o hacer más trabajo a través de las facilidades tecnológicas. Pero así como te digo eso, también te digo que como artistas no debemos perder el norte de que estamos haciendo arte, no somos mercaderes. El que desee dedicarse a la música tiene saber si quiere hacer música de verdad o si lo que quiere es tomarse fotos con los fanáticos y que le arreglen la voz y todo con una computadora, si ése es el caso, yo creo que el camino no es por aquí, porque esos son los artistas que suben como la espuma y así mismo se desvanecen. Cuando tú te consideras artista y estás además enamorado de tu trabajo, vas a permanecer en el gusto de la gente.
¿Como usted?
Te voy a responder con la frase más emblemática de la diosa más grande que dado la salsa y quizás cualquier otro género latino. Para permanecer hay que tener ¡azúcar!. (People)
Viva la salsa,... se acuerda ud de esto canario...: pirin tan tan pirin tan tan, para para para-lalaa laa laa;....... Don Canario, cuanta musica de Nueva York pa' aca!!! SALUDOS DE UN dominicano ausente presente en S.D. que te quiere.
ResponderEliminarMe gusta la foto. Solo en dos sitios se disfruta un pan con queso y salchichon. en unos rezos y en un comadito asi chiquito en la provincia. con un canario a los pies comiendose las boronas del pan . Felicidades por esa foto que retrata a pasion dominicana.
ResponderEliminarES VERDAD!!!!!!!!!!!! EL MEJOR EN SHOW........SOUNDCHEK RECORDS---- DE J&N RECORDS
ResponderEliminarUN SHOW MAN DE VERDAD ........................SOUNDCHEK
ResponderEliminarel recurso tecnico de arreglar cualquier desafine de un cantante o instrumento, es lo mismo que el uso de los otros efectos que se usan en un estudio para procesar lo grabado.
ResponderEliminarEs por eso que una grabacion viene a ser una "mentira" que la gozamos todos, incluyendo al Canario.