Por Miguel Melenciano
New York, NY.-El caso de Martha Heredia, y su recurrente mentira, me recuerda el cuento infantil del Pastor y el Lobo. Y para hacer memoria se lo cuento. Erase una vez un pequeño pastor que se pasaba la mayor parte de su tiempo paseando y cuidando de sus ovejas en el campo de un pueblito.
Muchas veces, mientras veía pastar a sus ovejas, él pensaba en las cosas que podía hacer para divertirse. Como muchas veces se aburría, un día, mientras descansaba, tuvo una idea. Decidió que pasaría un buen rato divirtiéndose a costa de la gente del pueblo que vivía por allí cerca. Se acercó y empezó a gritar:
- ¡Socorro, el lobo! ¡Qué viene el lobo!
La gente del pueblo cogió lo que tenía a mano, y se fue a auxiliar al pobre pastorcito que pedía auxilio, pero cuando llegaron allí, descubrieron que todo había sido una broma pesada del pastor, que se deshacía en risas por el suelo. Los aldeanos se enfadaron y decidieron volver a sus casas. Cuando se habían ido, al pastor le hizo tanta gracia la broma que se puso a repetirla, varias veces. Y cuando veía a la gente suficientemente lejos, volvió a gritar:
- ¡Socorro, el lobo! ¡Que viene el lobo!
La gente, volviendo a oír, empezó a correr a toda prisa, pensando que esta vez sí que se había presentado el lobo feroz, y que realmente el pastor necesitaba de su ayuda. Pero al llegar donde estaba el pastor, se lo encontraron por los suelos, riéndose de ver cómo los aldeanos habían vuelto a auxiliarlo. Esta vez los aldeanos se enfadaron aún más, y se marcharon terriblemente enfadados con la mala actitud del pastor.
A la mañana siguiente, mientras el pastor pastaba con sus ovejas por el mismo lugar, aún se reía cuando recordaba lo que había ocurrido el día anterior, y no se sentía arrepentido de ninguna forma. Pero no se dio cuenta de que, esa misma mañana se le acercaba un lobo. Cuando se dio media vuelta y lo vio, el miedo le invadió el cuerpo. Al ver que el animal se le acercaba más y más, empezó a gritar desesperadamente:
- ¡Socorro, el lobo! ¡Que viene el lobo! ¡Qué se va a devorar todas mis ovejas! ¡Auxilio!
Pero sus gritos han sido en vano. Ya era bastante tarde para convencer a los aldeanos de que lo que decía era verdad. Los aldeanos, habiendo aprendido de las mentiras del pastor, esta vez hicieron oídos sordos. ¿Y lo qué ocurrió?. Pues que el pastor vio como el lobo se abalanzaba sobre sus ovejas, mientras él intentaba pedir auxilio, una y otra vez:
- ¡Socorro, el lobo! ¡El lobo!
Pero los aldeanos siguieron sin hacerle caso, mientras el pastor vio como el lobo se comía unas cuantas ovejas y se llevaba otras tantas para la cena, sin poder hacer nada, absolutamente. Y fue así que el pastor reconoció que había sido muy injusto con la gente del pueblo, y aunque ya era tarde, se arrepintió profundamente, y nunca más volvió burlarse ni a mentir a la gente.
Ahora que Martha me cuente uno de Vaquero…
Fin.
Cuando estabamos chiquitos, todos esos cuentos -habeses sin coherencia, como este- entreetenían a uno. Esos mismos cuentos, nos hace lo políticos, una y otra vez, y siempre hay pendejos que le creen. Esos desgraciaos tienen mucha suerte, de narizgonerar dádoles migajas y ellos arrrrrrrrrazando con el erario.
ResponderEliminarEsta tecatica, de Martha, viene siéndo en parte, víctima de esa mafia de sarrrrrrrrrtiadores. Le subieron los sumos y ella -la pobre- se lo creyó, y se jué de jocico y se ha pechado con realidad.
este tipo si es baboso
ResponderEliminarNew York, NY.-El caso de Martha Heredia, y su recurrente mentira, me recuerda el cuento infantil del Pastor y el Lobo.
ResponderEliminarY ya, innecesario contar el cuento y ocupar bites.
Ya todo el mundo sabe el cuento de Malta Heredia, con esto se le acabo y creo que debe arrepentirse de ser tan mentirosa y embaucadora.
ResponderEliminarFrancisco
Ciertamente esta chica es una cuentista, mitómana. La droga la dejó así, pero lo que produce es pena.
ResponderEliminarAmaya no sea asi con mi mujer tan chula ATT vakero
EliminarConio pero este tipo si es baboso...aqui todo wl mundo escribe un articulo...uff
ResponderEliminarEstá como la Vaca de Nena.
ResponderEliminarYa no da leche lo que da es pena.
Ya esta Malta da asco_na
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